Jerusalén. Yishai Shlisel, el judío ultraortodoxo que hoy apuñaló a seis personas que participaban en la Marcha del Orgullo Gay que se realizaba en Jerusalén, estuvo en la cárcel durante 10 años por un ataque similar.
La policía confirmó que Shlisel, de 40 años, es el mismo sujeto que en el 2005 acuchilló a tres personas en una Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén. Fue condenado por ese hecho a 12 años de prisión y hace tres semanas recobró su libertad.
Reuters
AP
El ataque de hoy ocurrió a mitad del recorrido de apenas 1.200 metros que une los parques de la Independencia y de la Campana, en el centro de Jerusalén, y único tramo autorizado por la policía ante la sensibilidad que la marcha despierta siempre entre la población religiosa de la ciudad santa.
"De pronto vimos correr a una o dos personas desde un lateral de la calle y empezó a apuñalar a la gente, una tras otra. Fue todo tan rápido, cuestión de segundos, que no pudimos distinguir de quién se trataba", dijo a Efe Idi Mozes, miembro de la comunidad y defensora de derechos sociales en el Parlamento israelí (Kneset).
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— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) julio 30, 2015
"Fue como un atentado, todo estaba lleno de sangre. Es una situación insoportable. Nadie es consciente de la homofobia que hay en nuestras calles, y no sólo de los ortodoxos, también de los laicos", agregó.
La marcha de Jerusalén, que a diferencia de la de Tel Aviv pretende ser una protesta contra la discriminación de la comunidad de gays, lesbianas y transexuales en la ciudad, estaba custodiada por cientos de agentes de varios cuerpos de la policía y por un helicóptero que sobrevolaba la zona.
Pero el vasto despliegue policial no fue suficiente para impedir la rápida carrera del atacante, que se había guarecido tras el muro de un pequeño supermercado desde el que asaltó a sus víctimas en medio de la confusión.
El ataque interrumpió inmediatamente el ambiente de júbilo en el que transcurría la marcha y una docena de ambulancias, autos de policía y servicios de emergencia -entre ellos varias unidades móviles de la ONG ultraortodoxa Zaka- irrumpieron a gran velocidad entre los miles de participantes para asistir a los heridos.
Según fuentes médicas, una mujer ingresó en el hospital Shaarei Tzedek en estado crítico, mientras que otras dos personas sufrieron lesiones severas y tres de carácter leve.
"Esto es muy grave. Es un nuevo caso de intolerancia que no podemos permitir", se quejó a Efe Samuel Angel, un neoyorquino de 19 años que vive desde hace tres en Israel y que marchaba unos pasos por detrás de donde se produjo el ataque.
Entre los participantes se propagó inmediatamente el silencio y se desató una cadena de quejas contra el Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por no tomar medidas para impedir la homofobia.
"Este ataque nos recuerda lo que todos quieren olvidar: que los homófobos hacen lo que quieren", se lamentó Yuri Shmilovich, de 32 años, que llegó desde Haifa (norte) y que sostuvo que "los gays y lesbianas y transexuales deben esconderse todo el tiempo".
En una enérgica condena del ataque, varios miembros del Ejecutivo, entre ellos el primer ministro, aseguraron que el agresor será llevado ante la justicia.
El titular de Seguridad Interior, Guilad Erdán, convocó a altos mandos de la policía de urgencia esta noche para analizar cómo Shlizel consiguió burlar el exhaustivo operativo de seguridad.
Fuente: EFE
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