Kuwait. El grupo yihadista sunita Estado Islámico (EI) reivindicó un atentado suicida que causó 27 muertos y 222 heridos este viernes en una mezquita chiita en la capital de Kuwait, en pleno Ramadán.
El ataque tuvo lugar el mismo día en que Túnez sufría un atentado, que dejó al menos 37 muertos, y que un hombre decapitó a otro en Francia y colgó su cabeza de una verja cerca de unas banderas islamistas.
El Estado Islámico, que considera a los chiitas como herejes, reivindicó rápidamente el atentado perpetrado durante la oración del viernes en la mezquita Al Imam al Sadeq en la ciudad de Kuwait.
El ministerio de Salud comunicó un nuevo balance de 27 muertos y 222 heridos.
Según un testigo entrevistado por la AFP, "decenas de personas murieron y resultaron heridas". Unas fotos, que circulaban por las redes sociales, mostraban cuerpos ensangrentados en medio de los escombros de la mezquita.
Un fotógrafo de la AFP indicó que la zona había sido acordonada por la policía.
Se trata del primer atentado contra una mezquita chiita en el rico emirato petrolero de mayoría sunita. El mes pasado, dos atentados similares del Estado Islámico causaron más de 20 muertos en la vecina Arabia Saudita.
La policía y los bomberos llegan a la puerta de la mezquita donde ocurrió el ataque (AFP)
- 'Vil ataque criminal' -
La semana pasada, el portavoz oficial del Estado Islámico pidió a los musulmanes del mundo entero que emprendieran la guerra santa durante el Ramadán, que comenzó el 17 de junio, para convertirlo en "un mes de desgracia para los infieles".
En un comunicado, la "Provincia de Najd", que se ha manifestado recientemente como la rama saudí del Estado Islámico, afirmó que un kamikaze, Abu Suleiman al Muwahhid, perpetró el atentado contra una mezquita que "difundía la enseñanza chiita entre la población sunita". Es la primera vez que el Estado Islámico atenta en el país.
Esa misma "Provincia de Najd" había reivindicado en mayo los dos atentados mortíferos contra los chiitas en Arabia Saudita.
El Estado Islámico también había asumido la responsabilidad por cinco ataques casi simultáneos contra mezquitas de Saná, la capital de Yemen, el pasado 17 de junio.
El emir de Kuwait, el jeque Sabah al Ahmad al Sabah, se dirigió rápidamente al lugar del atentado donde la televisión de Estado lo mostró visiblemente conmovido.
El gobierno se reunió de urgencia y el ministro del Interior elevó el nivel de alerta, que ya había sido aumentado hace tres semanas, a raíz de los atentados contra los chiitas en el reino saudita.
A finales de mayo, el emir de Kuwait había instado a los países musulmanes a intensificar la lucha contra el extremismo, durante una conferencia panislámica dedicada a coordinar los esfuerzos contra los grupos yihadistas.
El ataque ha suscitado condenas unánimes en el emirato. La principal organización del islam sunita, el Movimiento Islámico Constitucional, lamentó un "vil ataque criminal contra una mezquita".
El mayor líder religioso sunita del país, el jeque Ajeel al Nashmi, dijo, por su parte, que el acto criminal buscaba "sembrar la semilla de la discordia", pero que "chiitas y sunitas harán fracasar, sin duda alguna, la conspiración de los terroristas".
Fuente: AFP