“Somos camaradas en el campo de batalla y nos hemos convertido en amigos en lucha. Somos hijos de la guerra”, de esa forma describió en algún momento Esmail Ghaani su relación con Qasem Soleimani, destacado general y el exlider de las Fuerzas Quds de Irán asesinado el 2 de enero por fuerzas militares estadounidenses, y cuyo lugar ahora deberá ocupar según anunció el ayatola Alí Jamenei a través de un comunicado.
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Ghaani, de 62 años, combatió en la guerra con Irak (1980 - 1988) como parte del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución antes de unirse a las Fuerzas Quds. Cuando Soleimani pasó a liderar estas fuerzas de élite, en 1997, Ghaani se ocupó de supervisar las finanzas en las operaciones que realizaba la unidad.
Las Fuerzas Quds es parte de la Guardia Revolucionaria y se encarga principalmente de llevar a cabo las misiones militares iraníes en el exterior. Debido a esto, el grupo de élite está en constante coordinación con las milicias iraquíes, Hezbolá o los rebeldes hutíes en Yemen.
La Guardia Revolucionaria, por su parte, es una fuerza paramilitar que ha ganado enorme influencia política y militar en Irán, cuenta con 125 mil combatientes, responde únicamente al ayatola Jamenei y está encargada de supervisar el programa balístico iraní, además de monitorear el Golfo Pérsico, constante escenario de tensión en la región.
Desde el 2012, el Departamento de Estado de EE.UU. ha seguido de cerca los movimientos de Ghaani, debido a su clara postura en contra de la presencia de tropas norteamericanas en la región, además de su defensa por la participación de Irán en la crisis siria. Ese año, además, Ghaani fue incluido en la lista negra del Departamento del Tesoro.
Al nombrarlo como cabeza de las Fuerzas Quds, Jamenei calificó a Ghaani como “uno de los comandantes más prominentes” del país y aseguró que las labores del grupo de élite “no será diferente al de la época de su predecesor”.
En ese sentido, se espera que Ghaani lidere la respuesta iraní tras el asesinato de Soleimani. El flamante líder militar ha manifestado en el pasado su intención de que las fuerzas estadounidenses abandonen la región llegando a asegurarle a sus compatriotas que si son pacientes “verán los cadáveres de estadounidenses en todo Medio Oriente”.
Tras el asesinato de Soleimani, además, Ghaani señaló que la retirada estadounidense sería “la única compensación” posible.