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Un francotirador del Servicio Aéreo Especial (SAS) británico asesinó a un grupo de cinco yihadistas del Estado Islámico dispuesto a realizar un atentado con bombas cerca a un pueblo de Mosul, al norte de Iraq. Solo necesitó disparar tres veces para conseguirlo.
Según información difundida por el diario inglés Daily Mail, el soldado tiene 10 años de servicio y gracias a su acción cientos de vidas fueron salvadas.
El francotirador recibió la orden de atacar a un grupo de cinco personas, luego que se confirmara sus intenciones de perpetrar un ataque suicida con bombas. La prueba de ello, asegura el medio inglés, fue que los cinco hombres llevaban abrigos muy gruesos bajo el inclemente sol del desierto iraquí.
Se confirmó que solo tres hombres llevaban dispositivos explosivos, los otros dos estaban encargados de resguardarlos.
Cuando el grupo se acercaba a un pueblo cercano, el tirador le asestó un disparo en el pecho a uno de los terroristas. El dispositivo explosivo que llevaba adherido al cuerpo explotó, provocando así la muerte de dos yihadistas más.
El segundo disparo fue directo a la cabeza de otro yihadista. El tercer terrorista también fue abatido con una bala al pecho provocando que la bomba que llevaba explote.
Una fuente del Daily Mail precisó que los hechos ocurrieron hace un par de semanas pero recién fueron difundidas. Además, añadió que el pueblo que buscaban atacar se encontraba a 10 kilómetros de la base principal del Estado Islámico en Mosul.
"El equipo de inteligencia informó que había una villa cercana en la que habían muchos civiles, incluidos niños, por lo que un ataque aéreo quedó descartado", precisó la fuente. "Es un trabajo clásico de la SAS", añadió.
