Los "crímenes" van desde la homosexualidad hasta el espionaje. Los "castigos", desde azotes hasta pena de muerte sumaria. En la zona de la ciudad siria de Aleppo controlada por el Estado Islámico, cada delito tiene establecida su correspondiente pena en una precisa lista, que fue revelada por el diario británico The Daily Mail.
En un documento difundido por el Estado Islámico en su bastión en Siria, el grupo extremista afirma que la lista de "castigos religiosos" funciona como una "advertencia y elemento disuasivo" para los incrédulos, los no creyentes y los infieles, y que está basada en la sharia (ley islámica).
"Nos gustaría dejar en claro a la gente el hudud [castigos religiosos] de Dios -Todopoderoso y Exaltado- como una advertencia y elemento disuasivo", dice el documento. "Y de hecho hacemos que la gente tema a su Señor y los llamamos a entrar en su misericordia, abrazando sus mandamientos y adhiriéndose a sus órdenes de prohibición", agrega.
Este sistema no es nuevo para Estado Islámico. En Raqqa, el fuerte de Estado Islámico al norte de Iraq, las crucifixiones públicas ya son casi prácticas diarias, mientras que las imágenes de las lapidaciones y de lanzamientos al vacío de homosexuales causaron estupor en las redes sociales. Todo esto se suma a las mediáticas decapitaciones a occidentales.
CRÍMENES Y CASTIGOS
Blasfemia contra Dios, su mensajero o contra el Islam: Muerte.
Adulterio: Si la pareja que comete adulterio tienen relaciones sexuales, ambos serán lapidados hasta la muerte. Si, en cambio, no tienen contacto sexual, recibirán 100 azotes y el "destierro" de la comunidad.
Homosexualidad: "Muerte para el penetrador y el receptor".
Robo: Amputación de sus manos.
Beber alcohol: 80 azotes.
Calumnias: 80 azotes.
Espionaje para "los infieles": Muerte sumaria.
Abandono del islam: Muerte.
Estafa: A los que matan y le sacan el dinero a una persona, muerte y crucifixión; si matan, serán castigados con la muerte; si le sacan el dinero, le cortarán la mano derecha y el pie izquierdo; por atemorizar a la gente, "destierro".
Fuente: La Nación, Argentina, GDA