El deceso de la peruana Adelma Tapia en los atentados terroristas de Bruselas nos hace recordar otras dolorosas muertes de compatriotas debido a la demencia terrorista en el exterior.
Wilfredo Mercado llevaba 17 años en Estados Unidos y se ganaba la vida como proveedor de servicios a hoteles en Nueva York cuando en febrero de 1993 una bomba estalló en la Torre Norte del World Trade Center. Fue una de las seis víctimas mortales de aquel primer ataque de Al Qaeda.
Bruselas: Víctima peruana vivía desde hace 9 años en Bélgica #Brussels ►https://t.co/3oQtHOd90D pic.twitter.com/AOqfmBidZB
— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) 22 de marzo de 2016
El 2001 fue un año marcado por la tragedia. El 27 de mayo, Guillermo Sobero, que también tenía nacionalidad estadounidense, estaba de vacaciones en un paraje turístico de Filipinas cuando fue secuestrado por el grupo terrorista Abu Sayyaf.
Había viajado a ese país para practicar buceo, su pasatiempo favorito. Tenía 39 años, cuatro hijos y estaba en proceso de divorcio. En estados Unidos se dedicaba a la construcción civil.
Tras meses de infructuosas negociaciones, los terroristas lo decapitaron.
Los atentados del 11 de setiembre acabaron con la vida de 5 peruanos que laboraban en las Torres Gemelas: Kenneth Lira, Iván Carpio, Roberto Martínez, Julio Fernández y Luis Revilla.
Cuatro fueron los compatriotas que perecieron tras las explosiones en el sistema de trenes de Madrid en marzo del 2004: Juan Sánchez, Neil Astocóndor, Carlos Fernández y Jackelin Contreras.
Un ataque en Israel segó la vida de Ismael Samolía en enero del 2007 y un asalto en el 2013 de Al Shabab en un centro comercial de Kenia causó la muerte del médico Juan Ortiz. Su hija resultó herida.
Ataques en #Bruselas: "La guerra al terrorismo se gana hasta que ocurre otro atentado" https://t.co/De2kBgRU6N pic.twitter.com/ZOxaRGFLFb
— Mundo El Comercio (@Mundo_ECpe) 23 de marzo de 2016
Contenido sugerido
Contenido GEC