Caracas [REUTERS]. El líder opositor Juan Guaidó desafió el martes los cordones militares y volvió a la sede de la Asamblea Nacional de Venezuela, para dirigir una sesión legislativa en un nuevo capítulo en la lucha de poderes con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El choque por la presidencia del legislativo se desató el domingo, cuando el oficialismo designó como jefe del Congreso a un diputado expulsado de la oposición. Pero Guaidó logró ser reelegido ese mismo día por 100 votos, de 167 posibles, emitidos individualmente y en voz alta por cada legislador, en una sesión pública realizada en un local al este de Caracas.
El control de la Asamblea es clave en la crisis política venezolana, porque es la única instancia institucional en la que opera la oposición y que está fuera del dominio del Gobierno de Maduro.
Antes del ingreso de Guaidó, Luis Parra, diputado expulsado en diciembre por Primero Justicia por denuncias de corrupción, encabezó un debate con otros legisladores echados de sus partidos y parlamentarios oficialistas cerca de las 1030 de la mañana, donde el debate fue la falla de combustible en el país. La reunión duró una media hora.
En algunos curules de la oposición se sentaron legisladores oficialistas, y los puestos de estos oficialistas fueron ocupados por otras personas, según testigos Reuters. No hay detalles de quiénes eran.
Tres parlamentarios ingresaron por minutos al salón y desde el palco que ocupa la prensa le gritaron a Parra que no tenían quórum para sesionar. No hubo precisión de quiénes eran los legisladores presentes en la sesión. En una sucesión de incidentes, Guaidó arribó en camioneta a las cercanías del parlamento y caminó junto a decenas de diputados opositores hacia una de las entradas del edificio, donde fue frenado por militares antimotines.
Cuando Guaidó logró pasar la barrera, ya la sesión encabezada por Parra había terminado.
Parra y un grupo pequeño de personas salieron corriendo del salón de sesiones hacia la oficina de la presidencia del Congreso, según testigos Reuters.
Los opositores, después de una pasar una segunda barrera, entraron al salón de sesiones y Guaidó subió hasta el podio entonando el himno nacional.
José Brito, otro de los diputados expulsados, al ver el ingreso de Guaidó al hemiciclo, gritó: “Esto es un golpe de Estado”. Luego se mantuvo por los jardines del palacio.
"Haber entrado aquí ha sido una hazaña", dijo el líder opositor al conseguir su entrada. "Aquí no hay dos oposiciones, ni dos parlamentos, un solo país", agregó.
Al finalizar la sesión, y cuando Guaidó se dirigía hacia la sede administrativa del Congreso, a unas dos cuadras del Palacio, fuerzas de seguridad lanzaron bombas lacrimógenas.