En navidad, Venezuela abandonó sus férreos controles para frenar el coronavirus (COVID-19) y relajó su confinamiento, lo que puede traducirse en una escalada de contagios. El presidente Nicolás Maduro anunció en noviembre como “regalo” navideño el relajamiento de los controles en diciembre. Casi un mes después, el mandatario reconoció una “subida leve, pero significativa” de casos.