Los tiempos actuales nos ubican entre el desánimo y el pesimismo. Legitimamos nuestras quejas refiriéndonos a las décadas de economía estable que creímos única variable clave para el progreso nacional, que con soberbia asumimos sinónimo de desarrollo integral. Así, justificándonos y como si no nos incumbiese, derivamos luego en el relato de los penosos años de caídas presidenciales y congresos de bandas criminales, asumiendo con vergüenza el elegir el “mal menor”. Ante esta realidad ¿Qué podemos hacer? El Perú lo cambiamos con ganas de servir y con propuestas.
La historia reciente nos ha demostrado que las profundas desigualdades son capaces de arrastrar a nuestra sociedad hacia “golpes sangrientos”; que la corrupción estatal tiene de cabecillas a algunos presidentes, serviles de redes internacionales y líderes de gallinazos locales; que los enemigos del bien común nos sumergen en escenarios de lucha política infructífera, pretendiendo mantenernos confundidos e inmóviles; que si hoy callamos ante el robo y la falta de meritocracia, retrocederemos sobre lo pocos, pero importantes avances, pagando con el futuro de las generaciones de nuestros niños y jóvenes.
A todo esto, sacudidos por la muerte y ante el peligro de una hambruna, se suma hoy el desafío de servir, de escucharnos y de encontrarnos en las postrimerías de una pandemia. En este escenario adverso, surgió Propuesta País, primera plataforma plural liderada por gestores públicos de experiencia en la alta burocracia gubernamental y académicos en temas de gestión pública y gobierno. Nació con el fin de contribuir con el Perú generando conocimiento sobre el sistema político; elaborando propuestas de política pública; y construyendo espacios de diálogo, propuesta y alternativas de solución a los problemas nacionales y locales.
Esto se ha venido logrando a través de las investigaciones trabajadas junto al Congreso de la República acerca del proceso de vacunación contra la COVID-19, cuyos Informes vienen contribuyendo en la toma de decisiones del Legislativo y Ejecutivo, para mejorar el proceso, alcanzar vacunación del mayor número de peruanos y lograr la inmunidad de rebaño.
Propuesta País posibilita el entendimiento entre los poderes del Estado a través de la reconciliación que se supera al poner por delante los intereses de la patria. Hoy, en nuestro tercer aniversario, nos toca asumir una nueva tarea que permita la unión entre los principales actores de cambio, los jóvenes. Sirviendo a ese objetivo, ponemos a disposición nuestra experiencia para acercarnos hacia la comprensión del funcionamiento del Estado para que, desde sus aulas, nos ayuden en la construcción conjunta de agendas pública locales.
¿Cómo? Forjando mecanismos prácticos de participación ciudadana a nivel nacional, que acerque al ciudadano a la política, con una mirada crítica, propositiva y optimista, en la construcción conjunta de una agenda pública local y funcional, a través del diálogo alturado, la recepción plural de ideas, que surja de la comprensión de sus principales problemas y llevarlo a los espacios de más alta deliberación política, para alcanzar grandes cambios, a partir de mínimos consensos. Debido a ello, Propuesta País ha invitado a las autoridades regionales, locales y universitarias a nivel nacional a participar en el análisis y deliberación de propuestas locales. ¡A sus aulas vamos!
Servir. Esa es la forma de volver a conectarnos, involucrarnos y reconciliarnos. Servir desde nuestros oficios, dejando de lado la mofa de quienes no intentan cambios, quienes se sostienen en las venas del “problema, y no de la posibilidad”.
¡Convocamos a burócratas, empresarios, líderes locales y a la academia en esta propuesta! ¡Bienvenidos todos! Porque no hay peor enemigo que el burócrata pesimista e indolente, peor empresario que el maestro gestor únicamente de sus propios intereses, peor académico que el que opaca con su luz, a sus alumnos; porque “¡seamos peruanos y seámoslo siempre!” en cada uno de nuestros oficios y quehaceres. Porque asumamos la responsabilidad con el país, con este “Perú querido, el país bendito, que nos vio nacer”.