Las agendas que involucran a Cristina Fernández en escándalo político
Las agendas que involucran a Cristina Fernández en escándalo político
Jan-David Gelles

En total, son ocho los cuadernos que habría escrito de puño y letra Óscar Centeno, chofer del ex alto funcionario público argentino Roberto Baratta.

En ellos, Centeno habría registrado minuciosamente sus viajes en automóvil emprendidos para recoger maletines (“bolsos”) con dinero de los empresarios que se beneficiaban con obras públicas durante la era , para entregarlos a distintos funcionarios públicos corruptos.

Los cuadernos fueron digitalizados en alta definición por el periodista del diario “La Nación” Diego Cabot, y publicados de manera completa en una página del medio que se titula “”.

Los textos originales llegaron al periodista por medio de Jorge Bacigalupo, amigo de Centeno, que los había resguardado durante el tiempo en que Baratta se hallaba preso por otra causa judicial (ruego al lector no confundir a este Roberto Baratta con nuestro Jorge Barata del Caso Odebrecht).

Ocurre que Centeno habría temido un posible allanamiento a su vivienda y, por ello, le habría entregado los cuadernos a Bacigalupo. Este, al parecer buscando el bien de su país aunque ello implicase defraudar la confianza de su amigo, alertó al periodista Cabot sobre el potencial contenido delictivo de los documentos. Cabot, a su vez, dio aviso a la justicia federal argentina.

Hay bastantes cosas que llaman la atención de los cuadernos. Por ejemplo, en el número siete –uno de 50 hojas rayadas, tapa dura, color azul, marca Rivadavia y que cubre el período del 6 de mayo al 31 de octubre del 2013– Centeno anota lo siguiente (transcribo de la página 1): “Hoy 06/5/13 vuelvo a escribir después de la muerte de Néstor C. Kirchner que dejé de hacerlo. Pensé que después del fallecimiento no se haría más el ‘valijeo’. Pero sí disminuyó la frecuencia, con la diferencia que sí recolectaba el dinero para el ministro De Vido y el propio Baratta, no quise anotar por temor a que me descubran y quede sin trabajo. Pero decidí nuevamente porque en una reunión que tubo [sic] con el ministro De Vido, Baratta y la Sra. Presidenta Cristina F. de Kirchner, en la cual los instruyó para que sigan recaudando de las empresas para las próximas campañas electorales”.

El autor termina la página señalando que llevó a Baratta y a otro personaje a recoger “un bolso con dinero y los trasladé al Ministerio de Planificación”.

Las anotaciones hechas en los cientos de hojas de los cuadernos dan detalles minuciosos sobre fechas, horas, direcciones, nombres y apellidos, placas de autos, descripciones de desconocidos y montos de dinero. En ese sentido, se diferencian de las famosas agendas de Nadine Heredia en que Centeno no escribía en clave, sino que buscaba dejar un registro que pudiera ser entendido por cualquiera.

Sobre la motivación que habría tenido Centeno para realizar anotaciones tan meticulosas sobre actos de corrupción se ha especulado bastante. Las versiones van desde la captación del chofer por servicios de inteligencia hasta la extorsión, pasando por un carácter maniático de apuntarlo todo. En cualquier caso, él tendrá que aclarar sus motivos personales ante la justicia, a la que se ha plegado como colaborador eficaz.

Centeno también tendrá que aclarar ante la justicia argentina por qué los cuadernos originales –que reclamó a Bacigalupo una vez que Baratta salió de prisión y que finalmente le devolvieron– se encuentran desaparecidos.

Hasta hoy, la actual senadora Cristina Fernández de Kirchner ha guardado silencio sobre estos gravísimos indicios de corrupción que involucran tanto al gobierno de su esposo como a los dos que ella misma presidió.

Ante la evidencia, el Senado podría aprobar este miércoles el pedido judicial de allanamiento de los tres domicilios que Cristina tiene en Argentina, en busca de pruebas (nótese que los allanamientos ya no pueden ser sorpresivos por la demora de los senadores). Sin embargo, por gozar de inmunidad parlamentaria, no parece probable que sus colegas senadores la pongan a disposición del juez Claudio Bonadio para que sea arrestada preventivamente (los ‘otorongos’ argentinos tampoco comen ‘otorongo’).

Ojalá que se haga justicia en este caso y que pronto termine la impunidad por los delitos de corrupción que tanto políticos como empresarios han alentado en Argentina.