“George Washington afianzó las bendiciones de la libertad al derrotar al virus”. No es el usual titular para el Día de la Independencia de los Estados Unidos. Pero estadounidenses y peruanos hallarán inspiración en una historia poco conocida de uno de los padres fundadores de los Estados Unidos.
Al asumir el mando de las fuerzas estadounidenses en 1775, Washington enfrentó la llegada de la viruela de Europa. Cuando joven, él había sobrevivido a la devastadora enfermedad y fue testigo del contagio en generales, soldados y compatriotas el que, según escribió, “era más peligroso que la espada del enemigo”. Ordenó vacunaciones y confinamientos, a veces contrarios a la opinión popular y política, a fin de proteger a sus fuerzas. En una cruenta y prolongada guerra contra fuerzas vastamente superiores, su previsión puede haber sido tan esencial para la victoria –y para el futuro de la democracia en el mundo– como lo fue su legendario liderazgo y su perseverancia.
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Al confrontar la pandemia del COVID-19, los Estados Unidos y el Perú siguen sufriendo crecientes infecciones y demasiadas muertes. En nombre del pueblo de los Estados Unidos, deseo expresar nuestra completa solidaridad con el pueblo del Perú. Al mismo tiempo, confío en que, con visión, liderazgo y perseverancia derrotaremos a este virus.
La adopción por parte del Perú de un enfoque con base científica y de cuarentenas ha salvado miles de vidas. El valiente liderazgo de doctores, enfermeras, policía y personal militar es una inspiración. Con decenas de miles que superaron la infección –incluyendo un bebé de apenas seis meses en Lima– celebramos la increíble resiliencia de tantos peruanos.
La solidaridad estadounidense con el Perú incluye acciones concretas. A la fecha, Estados Unidos ha proporcionado más de US$18 millones para apoyar la respuesta del Perú al COVID-19. Por ejemplo, la ONG Socios En Salud (SES), utilizando financiamiento de US$2,9 millones a través de USAID, impulsa un programa de asistencia técnica que incluye la instalación de vitales suministros de oxígeno en hospitales, el fortalecimiento de tratamiento e instalaciones de diagnóstico y la mejora de la trazabilidad para detener el contagio en regiones como Lambayeque, Lima y Loreto.
La asistencia estadounidense de US$3 millones a la ONG Centro de educación e información para la prevención del abuso de drogas (Cedro) y a sus socios ayudará a responder a las necesidades sanitarias y económicas de las comunidades indígenas.
Y, en cumplimiento de una promesa del presidente Donald Trump al presidente Martín Vizcarra, hemos donado 250 ventiladores el 23 de junio.
Estos ejemplos en el Perú son parte del compromiso de los Estados Unidos con la salud global durante décadas. Estados Unidos proporciona cada año un promedio de US$10 mil millones en asistencia de salud. Este año esa cifra se duplicará por nuestro esfuerzo contra el COVID-19 alrededor del mundo.
Nuestra común humanidad nos convoca a hacer más. Podemos demostrar solidaridad hacia nuestros profesionales de la salud y seguridad mediante acciones concretas. Nos llena de inspiración ver comunidades uniéndose para alimentar a sus vecinos, líderes cívicos y religiosos llamando a la compasión hacia quienes menos tienen, empresas aumentando sus donativos y trabajando con el Gobierno para fortalecer la respuesta, y miles de individuos haciendo y utilizando máscaras para protegerse y proteger a los vulnerables.
También son inspiradoras las ideas que emergen para nuestro futuro. La nueva prueba peruana para el COVID-19 es un ejemplo de este espíritu. La cuarentena y los retos han dado lugar a que mentes brillantes reexaminen la sociedad, desafíen antiguas creencias y busquen mejores maneras de hacer las cosas. Con su visión, y con miras al bicentenario del Perú y más allá, tendremos nuevas oportunidades para reducir la desigualdad económica, promover la justicia racial, mejorar el cuidado de la salud y proteger el medio ambiente.
Tengo confianza en que la resiliencia demostrada de los peruanos los conducirá a un futuro más fuerte. En nuestro día nacional, los Estados Unidos renueva su compromiso de acompañar al Perú en esta ruta vital.