Orden y planeamiento, por Enrique Cornejo Ramírez
Orden y planeamiento, por Enrique Cornejo Ramírez
Enrique Cornejo

Se ha vuelto común ver pistas mal mantenidas y con baches, carreteras por las que transitan camiones con sobrepeso que no son detectados por las balanzas oficiales, puentes que colapsan por vehículos que no cumplen normas reglamentarias de altura, generalizado incumplimiento del , lo que en suma significa desorden, caos, inseguridad, contaminación, accidentes y mayores tiempos dedicados al transporte. 

¿Qué podemos hacer? Para empezar, más que nuevas normas se necesita autoridad y fiscalización inteligente para que se cumplan las leyes. El en la red vial nacional y los gobiernos regionales en la red vial departamental tienen obligaciones de normatividad y fiscalización que no están cumpliendo cabalmente. Los concesionarios que también tienen obligaciones al respecto tampoco están haciendo lo suyo. Y, finalmente, los organismos reguladores como Ositrán que deben vigilar la ejecución de los contratos de concesión parece que no están haciéndolo. 

Falta claridad en los objetivos estratégicos y tenemos un debilitamiento institucional que muestra incapacidad, indecisión y pasividad. El transporte público y la seguridad vial, al afectar la seguridad y la calidad de vida, tienen que ser afrontados con planeamiento. Algunas medidas que propongo son:

a) Crear la como ente autónomo y especializado. Este programa podría ser ampliado a otras ciudades.

b) Establecer horarios especiales para camiones en carreteras, sin afectar el normal abastecimiento de productos. Priorizar los horarios nocturnos y habilitar zonas para el descanso de los conductores.

c) Crear ‘antepuertos’ en las entradas este, sur y norte de Lima, para que los contenedores lleguen al puerto por ferrocarril. 

d) Fiscalizar electrónicamente velocidad, pesos y alturas de vehículos en toda la ciudad.

e) Sincronizar los semáforos con reales flujos de tránsito de vehículos.

f)  Implementar oficinas de ingeniería de tránsito en municipios cuyos objetivos deben darle fluidez, orden y seguridad al tránsito.

g) Prohibir en horas punta el tránsito de camiones o grúas que participan en obras de construcción civil.

h) Cambiar el sentido en vías de alta congestión vehicular, en particular en las horas punta. 

i) Señalizar adecuadamente los planes de desvío para minimizar los problemas de los usuarios cuando hay obras en las vías.

j) Evaluar la conveniencia de implementar en la ciudad un programa “pico-placa” (como en Bogotá) para la restricción de la circulación de vehículos según la respectiva placa de rodaje.

Las normas deben ser hechas pensando no solo en el concreto, en el pavimento a utilizarse o en los vehículos, sino principalmente en las personas. Debe quedar claro que todos debemos respetar el reglamento de tránsito y otras normas, y que estas deben diseñarse estratégicamente con una visión de largo plazo. 

Solo así dejaremos de tener pistas que parecen bombardeadas, rompemuelles que no están estandarizados, puentes que se caen al menor impacto o desvíos improvisados y sin señalización. Solo así estaremos más seguros en las pistas y carreteras.