(Foto: El Comercio)
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El mundo en el 2050 será muy distinto al de hoy. Seremos cerca de 9,7 mil millones de personas, en un contexto global multipolar, con un predominio económico de los países emergentes, especialmente asiáticos. Ese será un mundo urbanizado (70% de la población estará viviendo en ciudades), con menos juventud y mayor expectativa de vida, con un mejor nivel educativo y una cultura aún más globalizada que la de hoy. La sociedad de entonces será muy distinta de la actual, pues el uso de la inteligencia artificial ya se habrá extendido a todas las facetas de la vida económica y social.

El Perú será un país de 40 millones de habitantes, con cerca de 80% de la población viviendo en ciudades, de los cuales 11,5 millones estarán en Lima, y una de cuatro personas será mayor de 60 años. Si no sucede ningún desastre político, sísmico o ambiental, las personas podrán ganar casi tres veces lo que ganan hoy, y vivirán unos 10 años más.

Sin embargo, actualmente las incertidumbres son grandes: ¿Quiénes participarán del progreso y quiénes quedarán al margen? ¿Cuáles serán los niveles de pobreza en el interior del país? ¿Seremos un país más seguro de lo que somos hoy? ¿Tendremos una sociedad más integrada o más desarticulada y conflictuada? ¿Cuál será la calidad de nuestro sistema educativo? ¿Qué nuevos problemas sociales o políticos habrán surgido, y cómo habrán sido abordados? ¿Cuál será la calidad de nuestras instituciones jurídicas, políticas y económicas? ¿Vamos a vivir alguna crisis ambiental local o global? ¿Cuál habrá sido el impacto de la inteligencia artificial sobre la economía y la sociedad peruana, será positivo o negativo? ¿Podemos ofrecer a las nuevas generaciones la seguridad de que recibirán un país mejor, en un mundo mejor y con mayor potencial de futuro?

Así como estas interrogantes, surgen muchas más. En estos momentos, como país no contamos con los elementos para responder esas preguntas con seguridad y sustento factual, pero esperamos contribuir en esa dirección.

El proyecto se ha propuesto canalizar conocimientos académicos y prácticos sobre el futuro y –en específico– sobre el Perú. Conocimientos e ideas que permitan visualizar las diversas posibilidades de escenarios al año 2050.

Partiendo de esos escenarios futuros, se hará un diagnóstico del Perú actual para elaborar una hoja de ruta con las transformaciones necesarias para llegar a un futuro deseable. Ese documento se enfocará en el marco de instituciones y de políticas que deberán enrumbar la , pues nuestro desarrollo dependerá de nuestras instituciones.

La expectativa de los participantes del proyecto Perú 2050 es contribuir al enriquecimiento del debate público y generar ideas que sirvan de provocación para que las instituciones y líderes de opinión aborden con entusiasmo y seriedad los temas que el futuro está trayendo a la agenda nacional.

Por nuestros hijos y los suyos sí vale la pena planear el futuro.