(Foto: Archivo El Comercio)
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Maria Alejandra Campos

Si Perú le gana a Nueva Zelanda en el repechaje y clasificamos al Mundial, luego de 36 años, es probable que la aprobación de PPK no suba un punto, porque el desempeño de la selección poco o nada tiene que ver con su popularidad.

En los 15 meses que Kuczynski lleva en el cargo, ha caído 13 veces en las encuestas. Empezó en 61% de aprobación en agosto del 2016 y hoy está en 30%. Sin embargo, las dos excepciones a su tendencia decreciente fueron en abril y octubre de este año, cuando logró recuperar algo de popularidad. La primera vez –abril–, el buen manejo comunicacional del gobierno frente al fenómeno de El Niño costero, que incluía la presencia de los ministros en las zonas afectadas, lo hizo subir 11 puntos: pasó de 32% en marzo a 43% el mes siguiente.

La segunda vez que subió fue este mes. Algunos analistas decían que los 8 puntos más de PPK en la encuesta de Ipsos se debían al empate de nuestra selección ante Colombia y su consecuente clasificación al repechaje. Sin embargo, una semana antes del partido, el campo de Datum ya adelantaba que el presidente subía nueve puntos. ¿Qué pasó a fines de setiembre que tuvo ese impacto? Zavala ‘pechó’ al Congreso e hizo cuestión de confianza frente a la inminente censura de Marilú Martens como ministra de Educación. El resultado es conocido: después de un debate con infinitas intervenciones idénticas por parte de la bancada mayoritaria, el Congreso decidió quitarle la confianza al Gabinete. Como reemplazo, PPK puso un Gabinete apristón, del agrado de los fujimoristas. Fue la combinación de mano dura y conciliación la que le ganó su segunda subida en las encuestas en lo que va de su gobierno, no el fútbol.

Al contrario, cuando a la selección le va bien, a PPK suele irle mal. Por ejemplo, en la fecha doble de noviembre del 2016, cuando le ganamos a Paraguay, después de 12 años sin triunfos como visitante, PPK cayó 4 puntos. En marzo de este año empatamos de local contra Venezuela, pero a Uruguay le ganamos un partido que la mayoría creía perdido. Aun así, PPK cayó 6 puntos. En agosto –¡la euforia!– le ganamos a Bolivia y Ecuador y nos metimos entre los cinco primeros de la tabla, con opciones de ir al Mundial. Pero PPK, ¡ay!, siguió cayendo, esta vez 5 puntos.

En cambio, Gareca, que hoy es respaldado, literalmente, por todos los aficionados al fútbol, sí cosechó los frutos de su trabajo. El partido contra Paraguay hizo subir su aprobación 20 puntos. Luego de ganarle a Uruguay, subió 15. Y después de lograr la hazaña de llegar al cuarto puesto, subió 16 más, hasta el 97% de aprobación.

Queda claro que la opinión pública no le va a dar réditos al presidente por algo que no se merece. La posibilidad de clasificar al Mundial ha sido un trabajo colectivo de Gareca, los jugadores, Oviedo, Oblitas, el palo de Messi, las negociaciones de Falcao, el TAS, Leonel Justiniano, Venezuela y Brasil. Es por ello que, si clasificamos, lo más probable es que la popularidad de Pedro Pablo Kuczynski no mejore.

(Ojo que eso no implica que PPK debería dejar de visitar a la selección en la concentración. Todas las cábalas cuentan).