Me declaro fan de las películas de mafiosos ítalo-norteamericanos. Con nuestro productor Manuel Garrido Lecca y mi hermano Patricio, siempre terminábamos cenando en una trattoria después de haber visto El Padrino III o Casino en el cine. Nos sentíamos en Little Italy, Manhattan, en los años 30. Así que lo que les voy a contar nos hizo el año.
Martin Scorsese ha demostrado ser uno de los mayores exponentes en la dirección de cine. El director nacido en Queens es autor de diferentes largometrajes que han dejado huella en la historia del sétimo arte. Películas como Taxi Driver, Buenos muchachos, El lobo de Wall Street, Casino y La isla siniestra lo han coronado como uno de los mejores directores para el público y la crítica. Rarísimo doble mérito.
Este año el cineasta ítalo-norteamericano vuelve con lo que la opinión pública se ha adelantado a llamar su obra maestra: El irlandés (The Irishman). Un filme que bordea las tres horas y media y que costó 150 millones de dólares. Este monto fue asumido en un principio por Paramount, pero cuando superó los 100 millones la productora decidió dar un paso al costado.
Es así que Netflix tomó la batuta como productor ejecutivo y ahora se enfrenta a las pantallas grandes con su estreno por streaming en los televisores. The Irishman relata la historia de un camionero llamado Frank Sheeran quien, bajo el apelativo del ‘Irlandés’, se convierte en un asesino a sueldo para el mafioso Russell Bufalino. El contexto de la historia es el gran sindicato de camioneros de Estados Unidos en aquellas épocas (50 y 60), bajo el mandato de Jimmy Hoffa.
El elenco está formado por los greatest hits de los intérpretes de mafiosos en la historia del cine: Robert De Niro protagoniza la película como el ‘Irlandés’, Al Pacino toma el rol del sindicalista Jimmy Hoffa y Joe Pesci, quien regresa a la pantalla grande luego de nueve largos años y más de una docena de suplicas por parte de Scorsese para aparecer en el filme, como Russell Bufalino. Estas tres estrellas del cine gángster se apoyarán en el guion de Steven Zaillian, americano de origen armenio que basa sus líneas para el largometraje en el famoso libro I Heard You Paint Houses, de Charles Brandt.
En resumen, The Irishman se perfila a ser verdaderamente una obra de arte. Es una de las películas más esperadas de este año, incluso desde que se comenzó a rodar, en agosto de 2017. The Irishman ofrece una avanzada utilización de efectos especiales para rejuvenecer los rostros de los personajes, ya que la historia de la película atraviesa siete décadas y no está situada en una época específica.
El ejemplo más radical es la aplicación de estos efectos para Frank Sheeran, el personaje de De Niro, quien se muestra en pantalla desde que tiene 24 años hasta que llega a tener 82. Normalmente, se contrataría a dos actores diferentes, pero la avanzada tecnología le permite a De Niro, de 76 años, desenvolverse como un esbelto joven de 25 y así sucesivamente en todas las facetas del personaje.
Jimmy Hoffa, trabajado por Al Pacino, fue un mafioso líder del mayor sindicato de camioneros jamás creado, con 2,3 millones de miembros bajo su liderazgo. La historia de este personaje es curiosa desde el inicio, pero se concreta con una desaparición en el año 75 sin dejar rastro alguno. Fue visto una última vez en el estacionamiento de un restaurante de Detroit. Su desaparición despertó la curiosidad de las autoridades. Se volvió un misterio tal, que incluso llegó a relacionarse con la muerte del presidente Kennedy, alegando que se pudo haber planeado su asesinato desde la clandestinidad.
El irlandés llegó a los cines el 15 de noviembre, aunque en una cantidad limitada debido a la exclusividad con la que trabaja Netflix. La película finalmente se verá en la plataforma mencionada a partir del 27 del presente mes. De Niro ha declarado que este proyecto es el más ambicioso de su carrera. Parece que, una vez más, una película de gángsters ítalo-norteamericanos hará historia.
Por mi parte, esta semana ya quedé con mi hijo Salvador, quien me ayudó con la investigación para esta columna, en ver Buenos muchachos, Casino y cenar lasaña, como antesala para el estreno de El irlandés. //