El cambio más importante que se observa entre la encuesta de El Comercio-Ipsos que se publica hoy y la que se publicó hace una semana es el avance de tres puntos porcentuales que registran tanto Alfredo Barnechea como Verónika Mendoza. Con ello, se ubican a poca distancia de Pedro Pablo Kuczynski. De continuar esta tendencia, se podría configurar muy pronto un triple empate entre quienes pugnan por pasar a la segunda vuelta para enfrentar a Keiko Fujimori, que sigue firme en el primer lugar.
Las principales diferencias por segmentos en la encuesta de intención de voto se observan en los resultados según niveles socioeconómicos y regiones. Mientras en los NSE A y B los favoritos son PPK y Barnechea en proporciones similares, en los NSE C, D y E, la favorita es Fujimori. A su vez, mientras PPK ocupa un claro segundo lugar en Lima, en el interior hay un triple empate en esa posición, con una mayor inclinación hacia PPK y Barnechea en el norte y una mayor preferencia por Mendoza en el sur. En esa región está casi empatada con Fujimori.
A partir de esta medición, Ipsos ha empezado a aplicar tanto la tradicional encuesta como el simulacro de votación. Como se sabe, la encuesta recoge respuestas declaradas mientras que el simulacro acopia votos secretos con réplicas de las cédulas de votación. La comparación entre estas dos técnicas permite dilucidar si existe un voto oculto a favor de algún candidato y la respuesta es que solo existiría un ligero voto oculto –de un punto porcentual– a favor de Alan García. En los demás casos, las diferencias entre ambas técnicas son menores.
A su vez, los resultados del simulacro se presentan de dos maneras: con el total de votos emitidos y en votos válidos –es decir, excluyendo del cálculo los votos en blanco y viciados–, que es como se computará el resultado electoral el 10 de abril. Como se sabe, para ganar en primera vuelta es necesario obtener más del 50% de los votos válidos. Este simulacro revela que la candidata de Fuerza Popular está lejos de superar esa barrera.
El simulacro de votación también es una técnica apropiada para estimar los resultados de la votación para el Congreso, ya que con la cédula de votación los electores pueden ver no solo el nombre y símbolo de su partido –que no son conocidos por todos los electores– sino también el rostro de su candidato presidencial, lo que ayuda a definir el voto. Aun así, todavía uno de cada tres electores no sabe por qué partido votar para el Congreso y opta por votar en blanco en el simulacro. En todo caso, si los resultados del 10 de abril fuesen como los de este simulacro, entre cinco y seis agrupaciones estarían pasando la valla electoral: Fuerza Popular, PPK, Acción Popular, Alianza Popular, Frente Amplio y, con algo de suerte, Alianza para el Progreso, que se ha quedado sin candidato presidencial, pero que tiene una importante presencia en diversas regiones del país.
De acuerdo con la encuesta, las motivaciones del voto para los diferentes candidatos no son las mismas. Los electores de Fuerza Popular declaran votar por Fujimori porque es mujer y la mejor para combatir la delincuencia. Los de PPK porque Kuczynski tiene experiencia y es el más calificado para mejorar la economía. Los de Acción Popular porque Barnechea tiene buenas ideas y visión de futuro. Los del Frente Amplio porque Mendoza es nueva y tiene buenas ideas. Los de la Alianza Popular porque García tiene experiencia y liderazgo. Como se ve, el factor novedad, que antes estaba asociado a Julio Guzmán, hoy lo tiene la candidata del Frente Amplio
La encuesta también confirma que el país avanza hacia una segunda vuelta polarizada entre fujimorismo y antifujimorismo. En los tres escenarios con mayor probabilidad, los votos se dividirían en partes casi iguales. Es prematuro definir quién podría resultar ganador. Lo que sí está claro es que para que Fujimori tenga opción de triunfo debe reducir su antivoto y no lo está logrando. En esta medición las personas que declaran que definitivamente no votarían por ella se han incrementado a 46%.
Lo que sí está claro para la gran mayoría es que el Partido Nacionalista retiró a sus candidatos porque temía no pasar la valla electoral. Solo 18% cree que lo hizo como protesta por no querer participar en un proceso electoral cuestionado, como señala el oficio que remitió el partido al JNE con la firma de su presidenta Nadine Heredia y, de manera inaudita, la del presidente de la República, Ollanta Humala, en su condición de miembro de ese partido. Por eso, hacen muy bien el presidente del JNE, Francisco Távara, y el presidente del Congreso, Luis Iberico, en demandar al jefe de Estado un mensaje de neutralidad y respeto al proceso electoral.