Blindadores por el Kambio, por Federico Salazar
Blindadores por el Kambio, por Federico Salazar
Federico Salazar

La bancada de Peruanos por el Kambio no investigará a su colega Gilbert Violeta. El presidente de ese partido y ex jefe de la campaña electoral pasada ha sido acusado de estar involucrado en cobro de cupos para colocar candidatos en las listas. 

La congresista Mercedes Aráoz ha declarado que no será investigado porque no hay pruebas. Carlos Bruce señaló que no se basan en chismes. Juan Sheput, en un momento, señaló que la población sabrá diferenciar entre lo ocurrido en campaña y lo que corresponde al gobierno. 

A la señora Aráoz hay que decirle que si hay pruebas, ya no cabe, pues, investigar. Ahí solo cabe formalizar acusación. Lo que hace una investigación, justamente, es buscar pruebas. Luego de la pesquisa se determina si hay materia valedera o no. 

Una de las tareas del legislador es fiscalizar. La bancada de PPK no quiere cumplir con su tarea. No, al menos, cuando se trata de su propia gente. 

Al señor Bruce hay que decirle que no se trata de chismes, sino de denuncias periodísticas, basadas en declaraciones de testigos. Parece que para el señor Bruce una denuncia periodística es un chisme, y no cabe investigación en esos casos. 

Al señor Sheput hay que decirle que el valor de una conducta va más allá del tiempo de haberse cometido. Las campañas no son períodos de gracia para portarse mal, no son fiestas saturnales. 

La actitud de blindaje de la bancada desacredita las pretensiones de lucha contra la corrupción del gobierno. 

Los blindadores de Gilbert Violeta sostienen que este respondió con solvencia las acusaciones. Sin embargo, dos asesores presidenciales, vinculados a Violeta, renunciaron. José Labán y Jorge Villacorta niegan los hechos imputados, pero renunciaron de todos modos. No es lo mismo en el caso de Gilbert Violeta, quien los encumbró hasta esa posición. 

La defensa de Violeta está basada, en un caso, en los antecedes de uno de los denunciantes. Beltrán Hancco Quispe, de Puno, habría intentado extorsionar al presidente Kuczynski. Señala Violeta que lo sacaron porque encontraron en sus antecedentes procesos de malversación de fondos. 

Da pena, por supuesto, que un jefe de campaña tenga que ver con semejantes personajes. Lo que debe ser materia de investigación, sin embargo, es si hubo pago de cupo o no. Más aún, si hubo intento de extorsión, ¿no debió haber una denuncia al respecto? 

La bancada de PPK no quiere indagar sobre algo tan grave como el intento de extorsión a su entonces candidato. Frente a una acusación, además, no debe bastar el dicho de una de las partes. A ellos les basta. 

En el caso de Gioconda Tripi, del Callao, ella señala que además de los aportes registrados, ella hizo otros, que no se formalizaron en la ONPE. Violeta señala que todo se declaró. 

Si quisiera saber cuál es la verdad, ¿no debería preguntar a ambas partes y ver la documentación? Es sencillo. A la bancada de PPK le basta con el dicho de Violeta. 

La denuncia más grave viene de quien fuera mano derecha de Violeta, Marco Maldonado. El congresista exhibe un documento firmado por Maldonado retractándose de las declaraciones que dio a Américo Zambrano, de “Hildebrandt en sus Trece”. 

Maldonado habría sido amenazado para que se retracte, por una persona del gobierno, según un nuevo testigo, Luis Terán Poémape, también entrevistado por Zambrano. 

Esto tampoco será investigado por los congresistas de PPK. No son pruebas, son chismes, ya estamos lejos de la campaña. 

El presidente Kuczynski ha dicho que fue sorprendido por el médico Carlos Moreno, otro ex asesor presidencial, el hombre del ‘negociazo’. Queremos creerle. 

Con toda la intención de enfrentar el problema, el presidente convocó al Consejo de Estado para discutir políticas anticorrupción. Cuando se trata de Gilbert Violeta, sin embargo, PPK y su bancada en el Congreso parecen preferir flotar a investigar. 

Nada de indagar, preguntar, ahondar. Es más fácil flotar. A la puerta del local de Peruanos por el Kambio podríamos poner un letrero bien grande que diga: “Aquí no se investiga, siga nomás”.