Las ciudades en su hora más crítica (I), por Ruiz de Somocurcio
Las ciudades en su hora más crítica (I), por Ruiz de Somocurcio
Redacción EC

fue la figura más aplaudida por los jóvenes el pasado lunes en una de las actividades que marcó el inicio de la edición 7 del Foro Urbano Mundial en Medellín, Colombia. Y no fue por cantar. Su fundación Mi Sangre convocó a 600 jóvenes  lugareños para construir  una propuesta: ¿Cómo transformar mi ciudad? 

El tema del foro, que va hasta mañana, es Equidad para el Desarrollo-Ciudades para la vida. Asisten jefes de Estado, ministros, alcaldes, funcionarios,  organizaciones sociales,  empresarios y expertos que  durante una semana  intentan renovar la doctrina sobre las ciudades que están en una encrucijada de vida o muerte para el planeta. Concurren cerca de 20.000 participantes de 160 países.

Para Joan Clos, ex alcalde de Barcelona y actual director de ONU-Hábitat,  la humanidad enfrenta la tragedia más grande de los últimos años: la explosión urbana. En muchas ciudades, la población se ha duplicado en los últimos 40 años y están creciendo con un modelo equivocado e insostenible.  Lima pasó de tener 2 millones de habitantes en 1960 a más de 8 millones en la actualidad. “Debemos hallar un camino por el cual la nueva urbanización responda a las necesidades de las personas”, afirma Clos.

Con sus 2,5 millones de habitantes, Medellín ingresó a las ligas mayores. El ‘paisa’, orgulloso de su ciudad, dejó atrás esa historia de violencia y hoy  apuesta por una cultura de paz, creatividad y gobernabilidad sostenida.  En taxis, restaurantes y cafés  el tema es el foro. Da envidia.

Michael Bloomberg, el exitoso ex alcalde de Nueva York,  está en el foro comisionado por la ONU para tratar sobre el cambio climático y cómo contrarrestar sus efectos en las ciudades  que producen el 70% de las emisiones de carbono.

Hay  también eventos paralelos  convocados por la Universidad Nacional de Colombia; y constituyen una corriente de pensamiento crítico que aporta nuevas lecturas a los procesos urbanos conducidos por intereses que forman parte de lo que Joseph Stiglitz, Nobel de Economía, llamó en su conferencia magistral “la mano invisible de la economía”, que no es otra cosa que perseguir intereses individuales y presentarlos como comunes.

Stiglitz, una de las estrellas del evento, fue muy enfático en señalar: “en los últimos 20 años, en los países considerados exitosos, el Estado tuvo un rol fundamental para compartir y distribuir los beneficios del crecimiento económico. Lo que ocurra en las ciudades será crítico para el mundo. Las ciudades tienen que reinventarse y el rol del Estado será no dejar todo en manos del mercado”.

El Perú, país ícono actual del crecimiento en América Latina, no estuvo presente oficialmente. Ningún ministro ni alcalde; mientras, el Concejo de Lima, en una decisión equivocada, le negó el permiso a la alcaldesa para asistir.  Estas ausencias no hacen sino evidenciar la ignorancia de la clase política sobre el rol crucial de nuestras ciudades para el futuro del país.