El socio chino

Francisco Belaunde

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Promesas de Shanghái a Chancay

Patricia Castro Obando

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Patricia Castro Obando

"Se espera que puedan concretarse nuevas inversiones del país asiático, lo que viene muy bien, teniendo en cuenta el contexto actual en nuestro país".

El viaje de la presidenta a Beijing, por invitación de su homólogo, es importante para el , pues es uno de nuestros principales socios económicos. El periplo presidencial se da, además, teniendo en perspectiva la próxima realización de la cumbre APEC y la visita del mandatario chino con ocasión de la inauguración del . Se espera que puedan concretarse nuevas inversiones del país asiático, lo que viene muy bien, teniendo en cuenta el contexto actual en nuestro país, donde no existe el mejor clima para la inversión extranjera, por la inestabilidad política y jurídica, el populismo económico del Congreso y el problema creciente de la inseguridad.

China, por su sistema político y porque cuenta con numerosas empresas públicas, puede tomar la decisión de invertir en países que no ofrecen las mejores condiciones, en función de sus objetivos geopolíticos. Esa característica le da una clara ventaja respecto de Estados Unidos y la Unión Europea en la competencia por tener una mayor presencia y capacidad de influencia en América Latina y en otros lugares del globo.

Naturalmente, un país como el nuestro debe buscar sacar partido de esa competencia.

Sin embargo, debido precisamente a las características del sistema chino, se requiere de prudencia a la hora de evaluar las propuestas de inversión, en especial en infraestructura. Hay que tener presente, en particular, la experiencia problemática del proyecto de las Nuevas Rutas de la Seda, por la que China, según las críticas, impuso condiciones duras a sus socios y, peor aún, sin permitir que los términos de los contratos sean plenamente conocidos. Países como Sri Lanka o Montenegro pueden dar fe de los riesgos involucrados.

Que el débil Gobierno Peruano esté urgido de exhibir una mejor situación económica se entiende, pero ello no debe llevarlo a hipotecar al país a ninguna potencia. Inversión sí, pero con la mayor transparencia y cuidando que nuestra soberanía no se vea mellada.