"A diferencia del pleito entre Vizcarra y el Congreso anterior, esta vez el Parlamento sí logra encajar algunos golpes". (Foto: Congreso)
"A diferencia del pleito entre Vizcarra y el Congreso anterior, esta vez el Parlamento sí logra encajar algunos golpes". (Foto: Congreso)
/ Cesar Cox Beuzeville
María Alejandra Campos

Ya pasó más de un año desde que el presidente de la República, Martín Vizcarra, disolvió el Congreso de la República. Aquel Parlamento odiado por buena parte del país, compuesto por partidos con serias acusaciones de corrupción, empeñado en ser una oposición destructiva al Gobierno. Ese Congreso incapaz de leer correctamente el ánimo de la ciudadanía, negacionista de las encuestas y un rival absolutamente endeble para el endeble Gobierno del solitario Martín Vizcarra.