Mario Saldaña

tendrá su segunda oportunidad en la luego de una campaña electoral signada por tres fases muy marcadas.

La primera de ellas, con un como contendor en busca de la reelección, que terminó con su renuncia por razones atribuibles a su condición física y cognitiva, y a su edad. Pese a que el actual mandatario se resistía a dejar la lid, la fuerza de la realidad ayudó a evitar que los resultados de anteayer los supiéramos no más allá de las 8 o 9 p.m. (hora del este) con una catástrofe demócrata.

La segunda fue el lanzamiento oficial de quien no solo inició la competencia con un aluvión de respaldo financiero y una tendencia sólida a su favor en las encuestas, sino que supo coronar esto con una muy buena performance en el debate de setiembre.

Su luna de miel duró hasta un par de semanas después del encuentro con Trump, quien, estratégicamente, se rehusó a un segundo ‘round’ por los riesgos asociados a las fortalezas retóricas de la vicepresidenta.

Octubre dio inicio a la crítica tercera fase. Mientras el crecimiento de Harris tocó techo, Trump (que tras el debate venía con no menos de seis o siete puntos por debajo, según las principales encuestadoras) logró reducir la brecha hacia la tercera semana del mes y asegurar, al menos, el empate técnico.

Los resultados obtenidos en , , y (en los que el republicano fue derrotado por Biden en el 2020) han sido determinantes, pues su triunfo en los estados tradicionalmente rojos como y se daba por descontado.

¿Qué factores han sido claves para este resultado? Diría que dos visibles y uno no tanto. Los dos primeros: la poca contundencia de Harris para transmitir soluciones efectivas ante la y la causada por esta, y su escasa consistencia en materia de control de la inflación, y promoción del crecimiento y del empleo.

Mientras que, en lo segundo, las cifras revelan un fuerte componente de voto oculto contra posturas entendidas como ‘woke’ no solo entre sectores conservadores y religiosos (el caso del aborto es evidente), sino también entre aquellos más informados y tolerantes.

Inevitable comparación con la campaña del 2016. Incluso porque obliga al Partido Demócrata y a algunos medios de comunicación a revisar sus diagnósticos y sus herramientas para entender mejor la fractura social que se profundiza en la primera potencia del mundo.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Mario Saldaña C. es Periodista

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