Nadie lo vio venir, pero ocurrió: uno de los sectores más prósperos de nuestro país, que trabajaba con altos índices de competitividad y había alcanzado un desarrollo astronómico en los últimos 20 años, estalló. Con paros en el norte y sur, trabajadores de las empresas de agroexportación bloquearon carreteras, formaron piquetes y, sobre todo, impusieron sus condiciones: exigieron la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria y lo consiguieron en menos de 72 horas.
Contenido sugerido
Contenido GEC