La agenda del Ministerio de Economía y Finanzas para el 2015 está marcada por acciones que incluyen, entre otras, medidas de política fiscal que provean un soporte al crecimiento; medidas que garanticen la ejecución del gasto; un empuje decidido al cierre de brechas de infraestructura; propuestas de reforma que eleven la productividad y competitividad de la economía en el mediano plazo y continúen impulsando expectativas en el corto plazo; y, medidas que permitan que la economía genere ganancias de eficiencia reduciendo sobrecostos y tramitología. Examinemos qué venimos haciendo y cómo lograremos estos objetivos.
Es evidente que el contexto externo incierto impone restricciones al desempeño de economías emergentes aún en proceso de diversificación como la peruana. Los precios de nuestros dos principales productos de exportación, el cobre y el oro, están más de 35% por debajo de sus niveles pico alcanzados en el 2011, y existe un riesgo latente de subida de tasas de interés internacionales. El desplome de más del 50% en el precio del petróleo en los últimos seis meses es un ejemplo claro, para aquellos que aún no aceptan que el mundo ha cambiado, que los años de crecimiento fácil e inercial son cosa del pasado. Sin embargo, el Perú tiene una de las economías mejor preparadas para enfrentar entornos de esta naturaleza, así como autoridades económicas que continuarán tomando las decisiones requeridas para que el país se mantenga entre los líderes de la región en términos de desempeño económico.
La economía peruana ya está en la senda de recuperación desde mediados del 2014, pero conscientes de que es necesario darle un soporte adicional a la aceleración en las tasas de crecimiento, el Gobierno adoptó medidas de reducción de impuestos así como de impulso adicional al gasto público, que brindarán el soporte requerido durante el 2015. Este esfuerzo es consistente con la sostenibilidad fiscal, y prioriza sectores clave en la formación de capital humano, como educación y salud, sectores cuyos presupuestos aumentan en casi 25%, recibiendo en conjunto 1% del PBI adicional en recursos, un incremento sin precedentes.
Asimismo, se ha trabajado intensamente en incrementar la capacidad de ejecución del gasto. Se está brindando asistencia técnica desde el gobierno nacional, y se están desarrollando nuevos instrumentos de apoyo a los gobiernos locales y regionales para mejorar su eficiencia y eficacia en la asignación y ejecución del gasto. También están diseñándose procedimientos que se adecúen a las necesidades de asignación de gasto de los sectores, incluyendo modalidades de despliegue de gasto de capital para reforzamientos estructurales o puesta a punto de la infraestructura pública existente por ejemplo en los colegios de alto riesgo. Como resultado de las acciones adoptadas, la ejecución de la inversión pública el 2014 marcó un récord histórico, tanto en montos, con S/.32,278 millones; así como en porcentaje ejecutado, con un 80,3% del presupuesto de inversión, superando el récord previo de ejecución registrado en el año 2005, con un 75%; liderando el gobierno nacional en todas las métricas.
De otro lado, el Gobierno ha dado un impulso sin precedentes al despliegue de infraestructura pública y provisión de servicios a través de asociaciones público-privadas (APP), tanto en magnitud de recursos de inversión comprometidos, como en la diversidad de los mismos, particularmente, en cuanto al empuje de APP sociales, incluyendo educación y salud. Para el 2015 hay una agenda nutrida de proyectos en todas las etapas del proceso, incluyendo un número importante de iniciativas privadas cofinanciadas (IPC) próximas a anunciarse.
El mecanismo de obras por impuestos (OxI) es otra modalidad para el despliegue de infraestructura pública en colaboración con el sector privado que se está impulsando decididamente. El portafolio de proyectos OxI, y particularmente en APP, es de tal envergadura que brindará un empuje importante a la inversión en la fase constructiva los próximos años, permitiendo reducir significativamente la brecha de infraestructura y provisión de servicios a los ciudadanos.
Hay una serie de reformas e iniciativas fundamentales en el esfuerzo por mejorar de manera sostenida la competitividad y productividad en la economía en el mediano plazo, siendo este un año crítico para su implementación, incluyendo la reforma del Servicio Civil, el Plan Nacional de Diversificación Productiva y la Agenda de Competitividad. La ley laboral juvenil es otro ejemplo de una reforma fundamental para generar inclusión laboral del grupo más vulnerable, y así debiera ser entendida. Adicionalmente, este es el primer año del Programa País con la OCDE, con una nutrida agenda de diagnóstico, propuesta e implementación de reformas en múltiples áreas, incluyendo barreras al crecimiento, gobernanza pública, mejora de capital humano, entre otras.
Para ello, sin embargo, se requiere el apoyo del Congreso de la República, respaldo fundamental en el proceso democrático para implementar importantes reformas y propuestas del Ejecutivo que permitan cambiar el rostro del país en los próximos años, así como brindar a la población las oportunidades económicas y de calidad de vida a que tienen derecho.
Tenemos un país con sólidos fundamentos de crecimiento, un Gobierno con una vocación de reforma que apuesta por la vía de ganancias de competitividad y productividad, y de trabajo en alianza con el sector privado, y un sector privado ávido por continuar invirtiendo en el país. No muchos países pueden decir lo mismo. Trabajemos juntos en seguir construyendo un país cada vez más próspero e inclusivo, en ruta hacia el Primer Mundo.