(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)

1. “No uso mascarillas como él. Cada vez que lo ves tiene una puesta. Puede estar hablando a 200 pies de distancia... y aparece con la máscara más grande que he visto”, se burlaba Trump de Biden en ese tristemente célebre “debate presidencial”

Biden le respondió que si en los tres meses siguientes los norteamericanos las usarán masivamente, se podría salvar hasta 100.000 vidas. No olvidemos que ya han muerto 215.000 personas y el número de contagios sigue siendo enorme.

Trump está ahora con COVID-19 y quizás lo tenía ya esa noche. Todo indica que se va a recuperar, pero nada sugiere que vaya cambiar la lógica de su campaña. Una que en esencia está orientada a sembrar dudas sobre la legitimidad de las elecciones, negándose a reconocer una eventual victoria de su adversario, pese a que según el promedio de las 10 más recientes encuestas, Biden tiene una ventaja de 9,2% y la mayoría de los ‘swing states’ –que al final del día son los únicos que importan– lo apoyan.

Nada es normal en el 2020, pero pocas cosas son tan anormales como las que se están viviendo en los Estados Unidos, donde el presidente, casi sin disimulo, alienta a grupos extremistas que usualmente andan armados, a “vigilar” los centros de votación el 3 de noviembre.

2. “Aquí lo que queda claro es que en esta investigación estamos todos involucrados y la estrategia es para salir de esto todos en conjunto”. Les decía el presidente Vizcarra a Karem Roca, Mirian Morales y Óscar Vásquez en un audio donde planifican las respuestas de la primera ante los fiscales.

Pocas semanas después los tres están con detención preliminar junto con seis otras personas, y quizás la fiscal anticorrupción pida para ellos prisión preventiva. No recuerdo una situación similar en que todo el entorno inmediato de un presidente en funciones esté detenido. Creo que lo que más se le acerca es la prisión preventiva para el exprimer ministro César Villanueva, sindicado por recibir sobornos de Odebrecht; pero él había dejado el cargo varias semanas antes.

Cabe preguntarse si la fiscal anticorrupción ha acumulado suficiente evidencia para justificar que su investigación sea por falsedad genérica, encubrimiento real, obstrucción de la justicia, negociación incompatible y colusión agravada; o está tirando la red para ver si “pesca” algo (o a alguien), que le de mayor sustento. No lo sabemos. Los fiscales especializados se han hecho mala fama por los excesos que cometen, pero a la vez han demostrado que no se casan con nadie.

Dijo bien el presidente en su entrevista con Mónica Delta que mucho más graves son las acusaciones a todos sus predecesores que las que lo rondan a él. También sostuvo -y es verdad- que un personaje de la catadura moral y la torpeza de Edgar Alarcón se encontró en el camino con este boleto premiado y trató de usarlo. Pero de ahí a hablar de una conspiración del poder económico “afectado por una ley antimonopolios”, “por los octógonos” o “por las medicinas genéricas” hay demasiado trecho.

El riesgo de que el caso Swing afecte la estabilidad política del país ha disminuido casi a cero. Para adelante, lo que falta conocer –y ya casi sólo por curiosidad histórica– es por qué en este caso, la más frecuente forma de abuso de poder de los políticos; a saber, el poner a sus amigos en cargos remunerados por el Estado, terminó en esta tragicomedia.

3. "En Ayacucho, Sendero Luminoso... ¿Cómo no van a dar ganas de levantarse contra un país tan injusto? Las ganas dan y más cuando usan a todos sus medios de comunicación para atacar luchas justas (…) “contra este cartel financiero, de la banca terrorista que nos esclaviza”, sostuvo Cecilia García por la radio que la acoge.

Curiosidades de este raro 2020, la congresista que protagoniza ésta abierta apología de Sendero Luminoso, comparte bancada con Daniel Urresti, quien enfrenta un juicio oral por el asesinato del corresponsal de Caretas, Hugo Bustíos (quien no tenía un pelo de senderista) pero que, en la visión simplista de los efectivos de la Base de Huanta, en la que el capitán Urresti tenía la responsabilidad de inteligencia, fue visto como funcional a esa organización y asesinado a sangre fría.

4. El general Daniel Mora, quien fue renunciado del Partido Morado por maltrato familiar, se ha inscrito en Unión por el Perú, nada menos que el partido que cobija a Antauro Humala. Parece que Antauro tiene ‘swing’: Kenji Fujimori se reunió hace poco con Virgilio Acuña (“el hermano antaurista”) y alter ego del preso. Y no parece que haya sido para discutir el comercio de frutas en Lima.

Como que el virus impregna algo en el ambiente. Por eso también: ¡urge la vacuna!