Toma agua. Si pudiera darte solo un consejo para este domingo, sería ese. Lo efectos beneficiosos del agua sobre el cuerpo humano están científicamente comprobados. Mis otros consejos están basados en una utopía que no tiene más base que mi propia experiencia subjetiva. Aún así, ahí van.
Vota. No dejes de hacerlo. Es la única forma de hacerte responsable por el futuro de tu ciudad. Tu voto es tu voz, así no votes por ninguno. No importa que votes por el que sabes que no va a salir, es tu voto. No escuches al que te diga que estás tirando a la basura tu voto. Ese no vota con su voz sino con la voz de otros.
Piensa por quién vas a votar. Investiga. Compara. Pregunta. Decide por ti mismo. No pienses tanto. No hay candidato excelente porque no es solo una persona la que entra. Son varias. Apuesta, no importa que te equivoques, la próxima lo harás mejor. No escuches al que te diga que la fregaste. Ese también la fregó antes. Aprende de tus errores. Aprende de sus errores.
No te conviertas en el cínico que dice que esto no tiene arreglo, que todos son iguales, que todo es una basura. Ese piensa que el futuro se llama pasado. El futuro no está escrito todavía y lo que haya ocurrido en el pasado es una lección que puede cambiar el futuro. Tu voto es la apuesta al futuro. Míralo con optimismo aunque haya pesimismo a tu alrededor. Escucha a tus mayores, pero no tanto. Escucha a tu generación, pero no tanto. Escúchate a ti mismo.
Anda caminando, si puedes. Anda en bici, si puedes. Comparte el carro, si puedes. Anda temprano y si te toca reemplazar a alguien para abrir tu mesa, hazlo. Hay alguien que lo hará por ti en otra oportunidad. Asume el haberte convertido en ciudadano. No importa que haya un atún y una galleta para comer. No es la primera vez que comes eso.
Haz cola. Pacientemente. Es tu derecho, no tu deber. Cede el espacio a los mayores, sobre todo a los que ya no están obligados a votar. Ellos son un ejemplo.
Mete el dedo. No lo bañes en vaselina ni te quites el morado porque se ve feo o poco ‘cool’. Enseña el dedo morado con orgullo. Votaste. Ya eres parte de los que deciden. Aunque te equivoques.
Te equivocarás una y otra vez. Tú y todos los demás. Algún día no te equivocarás. Tú y todos los demás. Votar es pensar que todo puede cambiar. Que nada ni nadie agrie tu optimismo, tus ganas, tu futuro.
Respeta las reglas de juego. No hagas propaganda. Vicia tu voto, si eso decides, pero no escribas frases groseras o dibujos de órganos masculinos, solo tres personas lo verán. El voto es secreto.
No te tomes una foto con tu cédula. No lo trivialices, además de que es ilegal.
Cuenta si quieres después por quién votaste. No lo cuentes si no quieres. Ni en boca de urna. Sal contento por haber cumplido. Mira más tarde el conteo, pero no te pegues tanto. Habrá más elecciones en tu vida.
Sigue mis consejos o no los sigas. Es tu decisión. Pero, sobre todo, toma agua.