Ayer dejó de existir uno de los políticos ingleses más notables de los últimos tiempos: Joseph Chamberlain. Comenzó su vida pública como alcalde de Birmingham e introdujo allí el socialismo municipal. Luego, como liberal, fue miembro de la Cámara de los Comunes. Posteriormente se separó de ellos y formó el Partido Unionista, que fortaleció a los conservadores. Si su talento lo impuso ante sus compatriotas, su corrección, cultura y elegancia le abrieron todas las puertas de los aristocráticos salones londinenses. Llegó a ser el verdadero líder y árbitro de la elegancia en la sociedad británica.