La huelga de panaderos a la que se adhirieron posteriormente los obreros textiles y gran cantidad de otros gremios culminó con la declaración de un paro general por 48 horas. Desde la madrugada podía observarse que Lima y el Callao vivían una situación anormal. Las sirenas de las fábricas llamaban a los trabajadores inútilmente y las calles se llenaron de obreros en huelga que las recorrían en todas direcciones. Los tranvías comenzaron a circular pero los huelguistas levantaron algunos rieles. El tráfico está paralizado. Hubo enfrentamientos entre policías y huelguistas.
H.L.M.