Una comisión de obreros de la Parada, nombre con el que se denomina a los vendedores de pan llevar que se ubican en los alrededores del Mercado Central, han venido a El Comercio para exponernos su queja ya que el jefe del mercado, por orden superior, los ha erradicado desde hace dos días. El asunto es complejo porque lógicamente esos vendedores constituyen una competencia para los del mercado. Los de la Parada tienen un argumento que en este momento cobra gran importancia: sus precios son más baratos y eso contribuye al bien público.
H.L.M.