Rara fue la iglesia de Lima en que no se predicase el Sermón de las Tres Horas. Este acto religioso, originado en nuestra ciudad hace dos siglos, es uno de los preferidos por los fieles en la Semana Santa. Entre los templos que vimos más concurridos estaban San Pedro, San Agustín y Santo Domingo. Después de las cuatro de la tarde, salió del templo de Santo Domingo la procesión del Santo Sepulcro. La Archicofradía de la Veracruz, que es la institución piadosa encargada de este culto, organizó la procesión. Hubo una gran multitud de fieles que siguió con fervor al Santo Sepulcro.
H.L.M.