Este derivado de mandar tiene, en el español general, el sentido adjetivo de “bienmandado” y el sustantivo de “persona que hace los mandados de los conventos, de las cárceles o de las casas” (DRAE 2014). Sin embargo, en el castellano del Perú y varios otros países de la América hispana, mandadero, -a ha tomado la acepción despectiva de “persona encargada de hacer recados” (Diccionario de americanismos, ASALE, 2010).