Esta locución adjetiva se lee así en el académico Dic. de americanismos (2010): “Referido a una prenda de vestir, apropiada para las épocas del año intermedias entre las de frío y calor rigurosos”. En Usted es la culpable (Lima 2004), E. Jáuregui escribe sobre Valdelomar: “… lleva gabán de media estación…” (p. 45). Según la apreciación de habitantes de climas extremos, el Perú vive permanentemente en una media estación, que para Arona implica “un dulce malestar de enero a enero / y un estarse muriendo todo el año”.