Está cayendo en desuso este curioso modismo verbal de nuestra lengua familiar que el académico Diccionario de americanismos (2010) define así: “Escaparse de un centro educativo en horario lectivo de manera injustificada”. Se emplea profusamente en la gran primera novela de Vargas Llosa, La ciudad y los perros; véase este ejemplo referido al colegio militar limeño Leoncio Prado: “Todos tiran contra, hasta los perros. Cada noche se larga alguien a la calle” (Barcelona 1966, p. 245).