Desde el inicio de la pandemia, cuando miles de peruanos hacían fila afuera de los locales para comprar o rellenar balones de oxígeno, quedó claro que este gas iba a ser determinante para el combate del COVID-19 en el Perú. En los últimos meses, el sector público y privado han invertido mucho en plantas de oxígeno para que haya suficiente suministro para los pacientes con el nuevo coronavirus en los hospitales. Sin embargo, el problema no está únicamente en contar con balones y plantas sino en el nivel de saturación de oxígeno con el que llegan los pacientes al hospital. Hasta ahora hemos contado con muy poca información respecto a la dimensión del impacto de la saturación de oxígeno en la supervivencia de los pacientes con COVID-19.
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