Auch, esto sí es debate, por Fernando Vivas
Auch, esto sí es debate, por Fernando Vivas
Fernando Vivas

No seamos hipócritas. La segunda vuelta ya nos hartó. Ya oímos suficientes propuestas y en el debate queremos oír pullas. Nos encantan. Pero que sean punzantes y certeras. 

Claro que coincido con mis colegas que dicen que PPK estuvo fatal. Tuvo un desfase no solo con la vitalidad de Keiko, sino con la de la política en general. Habló de su pasado remoto y de sus padres a un país de ancestros cercanos y disfuncionales; criticó a Keiko por ponerse atuendos típicos como si ello fuese el non plus ultra del populismo. No, PPK; eso es tomarse en serio la voluntad de representación. La gente no va a votar por el cuy, va a votar por ti y quiere sentir cómo y hasta dónde te identificas con ellos. Eso es política pura acá y en Minnesota. 

Pero aún no está la suerte echada. El próximo debate puede acercarse a algo parecido a esto:

Keiko vuelve a atacar a Vizcarra. PPK: “Martín es un político y un hombre honesto. Yo meto las manos al fuego por él. La reto a que haga lo mismo por Joaquín Ramírez” (si le sale la risita, mejor).

Keiko le vuelve a echar en cara sus ocho días de ausencia en plena campaña. PPK: “Estuve fuera pocos días y aquí estoy asumiendo plenamente mis responsabilidades. Usted faltó 500 días a sus labores parlamentarias, y no fue para visitar los pueblos del Perú, sino para asuntos personales y para estudiar a costa de los peruanos”.

Y también tengo respuestas para ella, ah. PPK invoca, por enésima vez, a Alberto. Keiko: “Si usted quiere debatir con mi padre, pida una cita en la Diroes. Como en el gobierno son sus amigos, seguro que se la van a conseguir”. Y si volviera a echarle en cara su onda con los trajes típicos: “Yo no rechazo lo que me ofrece el pueblo. Usted me hace acordar a un candidato que se quedó en la primera vuelta por rechazar lo que generosamente y con la mejor intención le ofrecían los ciudadanos”.

Por supuesto que PPK tiene dónde morder tratándose de Keiko. Hay cien detalles que la vinculan con los recuerdos de corrupción y autoritarismo del gobierno de su padre. Y Kenji está a la mano para reforzar esas invocaciones a la memoria histórica reciente.

Y claro que Keiko tiene dónde replicar las mordidas. Sobre todo, como ya lo probó, subrayando la identificación de PPK con intereses empresariales, segmentarios y transnacionales.

El ‘candidato de los ricos’ y la ‘candidata de la corrupción y el autoritarismo’ tienen mucho que echarse en cara en el próximo debate. Que lo hagan. Nos ayudará a confirmar nuestros votos o a tomar una opción si estamos indecisos. Y ellos, gracias a la energía y asertividad de sus réplicas y dúplicas, llegarán algo purgados a la recta final.