'Chiquito' Rossel fue campeón absoluto minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo(AMB). (Foto: Archivo El Comercio)
'Chiquito' Rossel fue campeón absoluto minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo(AMB). (Foto: Archivo El Comercio)
Redacción DT


Por Eliezer Benedetti

Los primeros días de los Juegos Panamericanos Lima 2019 han sido mágicos para el Perú. Un total de nueve medallas nos hacen festejar de mejor manera las Fiestas Patrias y el boxeo peruano no es ajeno a ello: se aseguró con un par de preseas más. Una de las razones de este logro recae en Alberto Rossel, el ‘Chiquito’ que se hizo grande en el pugilismo nacional.

Acostumbrados a verlo siempre dentro del ring y flameando la bandera peruana por lo alto, Rossel ahora se muestra en una faceta del boxeo distinta. Desde la esquina, ‘Chiquito’ afina los puños de la nueva generación para continuar con el gran legado que dejó en nuestro país. Entrena y encamina hacia la gloria a nuestros 11 representantes de este deporte en Lima 2019.

Pese a su baja estatura, ‘Chiquito’ siempre estuvo a la altura tanto dentro como fuera del cuadrilátero. Inició esta aventura humildemente, prosperó y saboreó la gloria muchas veces en cada round de su carrera. Ahora es garantía triunfadora también como entrenador, tras guiar a los peruanos José Lúcar y Leodan Pezo a las semifinales de boxeo en .

A Rossel lo respalda el hecho haber sido tetracampeón nacional, también ser el primer boxeador masculino de nuestro país en coronarse campeón mundial absoluto de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), hazaña que nadie más ha podido conseguir hasta el momento. También se mantiene como nuestro último pugilista en competir en unos Juego Olímpicos, desde que lo hiciera en Atlanta 1996.

La experiencia y éxito de Rossel son aprovechados ahora como parte del crecimiento de nuevos deportistas. ‘Chiquito’ es y será visto como el espejo en el que uno se debe reflejar, porque encarna el empeño, la perseverancia, la disciplina y un largo etcétera que lo convierten en uno de nuestros mejores atletas.

Colgó los guantes, pero ahora perfecciona los de otros. "Antes que ganadores formo campeones de la vida, personas de bien. Les digo lo que a mí me inculcaron los maestros en mis inicios. Entrenen día a día. Sean persistentes, sencillos y humildes", es el consejo de ‘Chiquito’.

Rossel es un ejemplo a seguir. Se fue solo a Estados Unidos durante tres años para cumplir su sueño de boxeador.
 Dividió su tiempo entre agotadores entrenamientos y arduas jornadas laborales en construcción y limpiando colegios. Así forjó su espíritu ganador. "Siempre soñé que iba a ser campeón del mundo. Nunca me intimidó nada, ni siquiera el hecho de ser bajito. Mis sueños nunca tuvieron techo", contó hace unos años Alberto Rossel, un campeón que sigue vigente ahora desde la esquina de nuestra selección panamericana.

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