Un hombre con problemas mentales murió carbonizado en un templo evangélico en el pueblo joven San Pedro, en Chimbote (Áncash). El hecho ocurrió en la vivienda de Manuel Antonio Arroyo Flores, donde funciona la iglesia “Jehová Dios es mi pastor”.
Arroyo Flores y su hijo Junior Arroyo Lozano, de 19 años, salvaron a los orates Alberto Yarlequé Viera y Vicente Sánchez; sin embargo, Fernando Huanco Otiniano, de 53 años, no pudo escapar del fuego.
El responsable de la iglesia apagó las llamas que amenazaban con incinerar las casas que se encontraban cerca con el apoyo de los vecinos y agentes de Seguridad Ciudadana.
“Estaba durmiendo a la hora del incendio. Solo atiné a sacar a Beto y Vicente, cuando regreso por Fernando las llamas rápidamente consumieron el cuarto y se extendió por toda la iglesia, haciendo imposible salvarlo”, contó Manuel Arroyo.
Pese a su humilde condición económica, don Manuel realiza, desde hace 10 años, labores de caridad y alberga a mendigos y personas con problemas mentales.
En el incendio también se perdieron ropa, juguetes, artefactos y panetones, donaciones que iban a ser repartidas el próximo viernes entre las personas de bajos recursos en San Pedro. Los vecinos pidieron ayuda para la familia Arroyo.