Cohidro tomó esta decisión debido a que el MTC “no ha cumplido ni podrá cumplir con su obligación de entregar los estudios Ecotoxicológicos en forma oportuna de acuerdo con las obligaciones a su cargo establecidas en el contrato de concesión" (Foto: GEC)
Cohidro tomó esta decisión debido a que el MTC “no ha cumplido ni podrá cumplir con su obligación de entregar los estudios Ecotoxicológicos en forma oportuna de acuerdo con las obligaciones a su cargo establecidas en el contrato de concesión" (Foto: GEC)
Redacción EC

El consorcio Cohidro presentó el pasado 19 de diciembre su desistimiento al procedimiento administrativo de Evaluación del Estudio de Impacto Ambiental Detallado (EIA-d) del proyecto . La decisión fue plasmada en una misiva dirigida al Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace).

Cohidro explicó que tomó dicha decisión debido a que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones () “no ha cumplido ni podrá cumplir con su obligación de entregar los estudios Ecotoxicológicos en forma oportuna de acuerdo con las obligaciones a su cargo establecidas en el contrato de concesión". El consorcio señala esta demora impedirá que se subsanen las observaciones formuladas el pasado 9 de octubre por el Senace, principalmente las relacionadas con la obligatoriedad de contar con este documento.

Añadió que el pasado 27 de noviembre el ministerio publicó en el portal del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) para contar dicho estudio. Sin embargo, estima que el MTC no podrá cumplir con el plazo de entrega de las subsanaciones al EIA-d del proyecto, que tiene como fecha máxima el 8 de enero del 2020. Según el consorcio, este se encuentra “en una grave situación por causas no imputables a ella sino al MTC”.

Cuestionamientos previos

El proyecto Hidrovía Amazónica, contempla una inversión inicial de US$95 millones y convertirá 2.687 kilómetros de los principales ríos de la Amazonía en una extensa vía habilitada para la navegación durante todo el año.

A mediados de junio, este Diario informó que diversos analistas, tanto públicos como privados, advertían vacíos e imprecisiones en el EIA del proyecto. Uno de los aspecto que genera más alarma entre los especialistas se refiere al dragado (extracción de piedras o arena del lecho de los ríos para darle mayor profundidad) que el consorcio realizará en 13 puntos específicos denominados “malos pasos”.



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