Qara q’ompo, una palabra que Luis Soto adaptó para llamar al balón de fútbol en quechua. Él se fijó una meta: narrar el Mundial Rusia 2018 en su lengua materna para que el Perú profundo disfrute del deporte rey con orgullo. Y lo ha logrado.
Soto trasmitió su primer partido de la selección nacional en 2004, pero para el Mundial hizo una preparación especial en la que pasó meses practicando con videos su narración en quechua. Buscaba perfeccionar la velocidad y tono para llegar a tocar las fibras más sensibles del corazón de sus radioescuchas. Esos cientos de miles que vivirían los partidos de su selección de fútbol en un Mundial tras 36 años de ausencia.
Este hombre de 44 años —que conduce un programa deportivo a diario en Radio Inti Raymi— ha logrado adoptar más de 500 términos castellanos al quechua para poder tener una narración más precisa de lo que se vive en el Mundial Rusia 2018.
Sin embargo, nunca dejó de lado la semántica y las figuras literarias propias del quechua para trasmitir las emociones que estos encuentros deportivos causan en sus hinchas. Fue así que él, junto a sus colegas Saturnino Pulla y Percy Chile, hicieron vibrar a su audiencia durante el Perú vs. Dinamarca, donde la derrota de la Blanquirroja se sintió "como un vacío en las nubes".
Para realizar la compilación de su glosario, Soto empezó preguntándoles a otros quechuahablantes cómo describirían aquello que estaban haciendo. A ello le sumó ritmo y velocidad. “Nuestra cosmovisión andina siempre ha estado vinculada a las montañas, a los ríos, al canto de las aves, a las flores, los animales, entonces lo que nosotros hacemos en la transmisión en quechua es que le damos ese ingrediente especial a la gente que nos escucha”, comentó al New York Times.
Por eso cuando el balón se pierde camino a las gradas o fuera del área, Soto señala que la pelota está en el hanaq pacha. Que como recordamos, se trata de una de las tres partes del mundo andino; aquella que representa el "mundo de arriba" o el cielo sobre el kay pacha (nuestra dimensión) y el ucu pacha (el mundo de abajo).
El objetivo de este locutor radial es emprender una lucha contra la intolerancia y la vergüenza que ha terminado por menguar la población de quechuahablantes en el Perú. “La globalización ha generado una especie de miedo, de odio, al idioma quechua”, dijo. “Los jóvenes, que empezaron a emigrar a la ciudad, eran marginados por hablar quechua o por la misma vestimenta o por algunas iconografías de la vestimenta. El progreso hizo que la gente le fuera perdiendo amor y pasión a su idioma original”, añadió al medio estadounidense.
Soto empezó hace 15 años narrando noticias en quechua o runasimi, en aquel entonces fue visto como un excéntrico. "La gente se burlaba de mí”, dijo. “Nos decían que no íbamos a ganar dinero, porque la gente quechua no tiene dinero, que no íbamos a ganar en publicidad. Pero no lo hacemos por dinero, lo que hacemos es por reivindicar el quechua y que la gente se sienta representada”.
Su amor por el fútbol empezó cuando el Cienciano venció al River Plate y ganó la Copa Sudamericana en 2003. Fue ese escenario el que le planteo la posibilidad de diversificar y llegar al deporte que inflama las pasiones. Y no parará, pues la selección peruana demostró que podemos llegar más lejos de nuestros sueños.