El empinado trazo en zigzag de la carretera Hiram Bingham -que une Aguas Calientes con Machu Picchu- todavía permanece con los restos de lodo y piedras que dejó un huaico que cayó en la madrugada del viernes.
Fernando Astete, jefe del Parque Arqueológico Machu Picchu, señaló a El Comercio que gracias a la rápida reacción de las autoridades y el concesionario Consettur mañana la vía estaría rehabilitada. También señaló que se había ampliado en media hora el horario de ingreso a la ciudadela, para que ningún turista se quedara afuera. Pero el Consettur habilitó temporalmente una trocha carrozable para que el servicio fuera más fluido que el viernes.
La Dirección Desconcentrada de Cultural de Cusco aseguró que ayer solo unos cuantos adultos mayores habían devuelto sus entradas -su dinero les fue devuelto- y que la gran mayoría de visitantes no se amilanó por las obstrucciones del camino y continuó a pie su visita a la mítica ciudadela inca.