(Foto: Johnny Aurazo)
(Foto: Johnny Aurazo)
Redacción EC

Familiares de los cinco internos del Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Trujillo (antes La Floresta) que el miércoles fallecieron durante un incendio en el local denunciaron que los cuerpos presentaban golpes y hematomas y responsabilizaron al personal encargado de la seguridad.

Los deudos realizaron estas acusaciones ayer afuera de la Morgue Central de Trujillo, mientras los médicos legistas iniciaban la necropsia de los cinco cadáveres.

“A mi hijo lo mataron. Su cuerpo presenta varios moretones. A inicios de febrero fui a visitarlo, pero me impidieron verlo porque, según dijeron, había sido sancionado por mala conducta. Si murió por asfixia, como dice el Poder Judicial, ¿por qué tiene moretones?”, declaró Martha Vigo Sánchez. Su hijo, de 17 años, será enterrado en el distrito de Paiján (Ascope), al norte de Trujillo.

El abogado de la familia, Luis Briones, dijo que lo sucedido es muy grave y que evalúa denunciar al Poder Judicial (responsable del centro juvenil).

En tanto, Rosa Marín Carranza denunció que su hijo de 15 años también fue golpeado. “Exigimos justicia. Esto no solo ha sido un incendio”, exclamó.

Estas acusaciones fueron desmentidas por el director del centro correccional, Genaro Escamilo, quien aseguró que el incendio fue causado durante una pelea entre grupos rivales. Lo mismo dijeron el miércoles el gerente de Centros Juveniles del Poder Judicial, Julio Magán, y el presidente encargado del Poder Judicial, César San Martín. Fuentes de medicina legal también negaron que los cuerpos presentasen hematomas.

Según otra versión (que no ha sido confirmada), algunos de los 32 internos del ambiente llamado Programa II, ubicado en el segundo piso, se amotinaron y prendieron fuego a un colchón, en protesta por supuestos maltratos del personal a cargo de este centro.

Esto también fue negado por Escamilo. “Trabaron las puertas con un camarote y prendieron fuego a un colchón. No hubo un motín”, dijo a El Comercio.

—Advirtieron crisis—

El centro juvenil de Trujillo fue inspeccionado ayer por el representante de la Defensoría del Pueblo en La Libertad, José Agüero Lobatón, quien halló a 21 internos que habían sido separados del resto por mala conducta.

“Ellos pueden recibir este tipo de sanción, pero se ha logrado que, a partir de mañana, puedan recibir la visita de sus familiares”, dijo.

La defensoría también encontró que los menores comparten espacios con internos de 18 años, quienes representan el 45% del total de albergados.

Agüero remarcó que el pabellón donde se produjo el incendio tenía una sobrepoblación del 80%.Reveló también que, en setiembre del año pasado, tras una inspección, ya se había advertido la sobrepoblación del centro correccional. Tiene capacidad para 90 internos, pero actualmente hay más de 180.

Consultado al respecto, el abogado penalista Luis Lamas Puccio opinó que el internamiento de los menores infractores debería ir acompañado por un control y asistencia psicológica para su adecuada resocialización en el mediano plazo.

“La reclusión de menores es perniciosa, solo debería utilizarse para casos muy graves, como delitos de violencia y de ataque”, dijo.

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