Tiene aspecto de niña, fue violada y pide ayuda por embarazo

Desde hace siete meses, los moradores de la localidad de Quimina, distrito de Acoria, provincia y región de Huancavelica, están consternados por el embarazo de Aurelia Soto Boza, para quien pareciera que el tiempo se ha detenido. A pesar de que tiene 38 años, tiene toda la apariencia física de una niña de siete años de edad. Aurelia quedó embarazada producto de una violación sexual.

La casa de Aurelia, en la que vive solamente acompañada por dos burros, gallinas y su pequeño perro, está ubicada a unos 50 minutos de viaje al sur de Huancavelica. Es una casa prestada por una familia a cambio de que la cuide. 

Con una sonrisa dibujada en su rostro nos invita a pasar a la vivienda aunque de pronto ese ánimo de alegría cambia cuando se sienta al costado de su bicharra a sancochar las papas viejas que hierven en la olla negra y contarnos sobre su vida. 

Aunque los vecinos de Aurelia dicen que su familia fue asesinada en la época del terrorismo ella dice que no recuerda nada de sus familiares. Una vecina la crió a cambio de que pastara a sus animales. Hace tres semanas la mujer falleció.

Con voz entrecortada nos cuenta que fue violada cuando pastaba sus animales en la zona conocida como ‘la Pampa’ y que semanas después vio de cómo empezaba a crecer su estómago, sin imaginar que producto del vejamen esperaría un bebé. 

Caso médico

Los médicos indican que el bebe por nacer está sano. Sin embargo, ella manifiesta que requiere apoyo económico para poder mantener a su futuro hijo o hija. "Yo estoy solita, no conozco a mi mamá, ni a mi papá, ni abuelita, ni abuelito, no existen y estoy sola", se lamenta Aurelia. Aunque habla muy poco el castellano, pide el apoyo de las autoridades y dice sentirse agradecida por los médicos, quienes están pendientes del avance del embarazo. 

“Estamos trabajando para que el bebé [de Aurelia] pueda nacer sin ninguna complicación. Como ven, ella es de extrema pobreza y nosotros le estamos dando todas las facilidades", cuenta a El Comercio, la doctora Ketty García Núñez, médico a cargo de la paciente.

"La misma población le ha llevado a realizar su control. Lo que nos preocupa es que no podrá alimentar con leche materna a su bebé, pues ella presenta todos los rasgos físicos y genéticos de una niña”, agrega.