Un impresionante y peligroso botadero de basura conocido como El Milagro se ubica a 2 kilómetros de Trujillo. Ahí se llevan sin mayor tratamiento ni control, desperdicios sólidos provenientes de nueve distritos de la provincia, sumando unas 720 toneladas desplegadas en aproximadamente 58 hectáreas.
Personas acompañadas de niños y adultos mayores realizan actividades de segregación sin contar con equipos de protección. Incluso, la basura -que alcanza unos 15 metros de altura- se quema a solo metros de cables de alta tensión, según imágenes difundidas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) del Ministerio del Ambiente.
Uno de los recicladores identificado como José Ignacio Grados (85) dijo trabajar en el lugar por aproximadamente 30 años.
Ante ese panorama, el OEFA presentó una denuncia ante el Ministerio Público contra los funcionarios de la Municipalidad Provincial y otros que resulten responsables por la presunta comisión del delito de contaminación ambiental. Dicho ente recordó que la disposición de la basura en botaderos a cielo abierto es una práctica irresponsable, lesiva al ambiente y a la salud de las personas.
Este es el cuarto caso de este tipo que el OEFA atiende a nivel nacional. Según se indicó, acciones de fiscalización similares se han realizado en las siguientes provincias: Chincha (Ica), Leoncio Prado (Huánuco) y San Miguel (Lima).