Los restos óseos de un niño de aproximadamente diez años de edad que portaba dos orejeras de plata es el último gran hallazgo en Pampa la Cruz, un terreno de aproximadamente 5 mil metros cuadrados que los Chimú utilizaron como santuario para sacrificar y enterrar a decenas de niños de entre 4 y 14 de edad, frente al balneario de Huanchaco, en Trujillo (La Libertad), entre los años 1.200 y 1.520 después de Cristo (d.C.).
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La osamenta fue encontrada el último lunes, en postura sedente (sentado) y envuelto en varios tejidos sin decoraciones ni vasijas, en el lado sur del área. Hasta su descubrimiento únicamente se había hallado restos de niños sin orejeras y solo uno con adornos corporales de madera, tocados y una camisa decorados con plumas.
Para el arqueólogo Gabriel Prieto, director del Programa Arqueológico Huanchaco, responsable de las excavaciones en Pampa la Cruz, este nuevo hallazgo confirma que los Chimú “no solo sacrificaron niños comunes, sino también de la élite”. “Es decir, miembros de la élite Chimú ofrendaron a sus hijos”, añadió a El Comercio.
Según las investigaciones hechas por Prieto y su equipo, los Chimú sacrificaron a niños y los enterraron en esta parte de Huanchaco como parte de un ritual sin precedentes en América para posiblemente detener las inclemencias producidas por el fenómeno de El Niño o propiciar condiciones favorables para sus actividades económicas. El lugar se ubica a poco más de un kilómetro del complejo arqueológico Chan Chan, capital del extinto reino Chimú.
-227 niños sacrificados-
Las excavaciones en Pampa la Cruz se iniciaron en el 2016. Ese año se hallaron 49 osamentas. En el 2018 se descubrieron 81 y en lo que va del 2019, 97. Es decir, hasta la fecha se han encontrado los restos óseos de 227 niños Chimú sacrificados.
Tras el hallazgo del niño con orejeras de plata, ayer (martes) se encontraron otros dos cuerpos, también en la parte sur. Sin embargo, solo se trataron de restos óseos completos, únicamente con textiles. Hasta el cierre de este informe, unas 25 personas, entre arqueólogos, estudiantes y obreros, seguían buscando osamentas en la zona. “Es posible que sigamos encontrando más restos óseos, aunque ya estamos por terminar la etapa de excavación”, indicó el arqueólogo residente Feren Castillo.
Los 227 niños fueron encontrados en pozos o fosas, sentados y recostados boca arriba, respectivamente. Además, todos con el cuerpo orientado hacia el mar, ubicado a menos de 500 metros de distancia.
“El patrón del entierro Chimú son pozos donde el cuerpo está sentado, lo que pasa solo con un grupo de niños hallados. No obstante, lo que aquí también estamos encontrando son niños enterrados boca arriba, lo que hace suponer que pertenecían a una clase social baja”, añadió Castillo.
Los trabajos de investigación en esta zona también han determinado que los niños fueron sacrificados con un cuchillo de cobre. El arma, incluso, fue encontrada el año pasado a un costado de unos de los entierros.
Se sospecha que el “sacrificador” hacía los cortes en el esternón en la mayoría de niños, posiblemente para extraerles el corazón.
-Templo Mochica-
Antes de ser ocupado por los Chimú, entre los años 1.200 y 1.520 d.C., el lugar fue un pequeño templo Mochica, reveló Gabriel Prieto. El sitio estuvo dedicado a la divinidad marina. Eso explica el reciente hallazgo de restos óseos enterrados de cachalotes pigmeos, tiburones, pelícanos y otras especies.
Sin embargo, de acuerdo con Prieto, también se han hallado aproximadamente 40 cráneos humanos y los esqueletos de seis individuos, además de fragmentos de textiles finos y placas de metal. Es decir, en el lugar se habría sacrificado a guerreros Mochica.
El pequeño templo, además, presenta pinturas murales que hasta este momento no se habían registrado en sitios arqueológicos pequeños. “No es un sitio monumental como Huaca de la Luna, sino pequeño. Sin embargo, nos abre un nuevo horizonte saber que los pequeños templos Moche también tenían iconografía y policromía en sus murales”, sostuvo el también profesor de arqueología.
Prieto añadió que los restos óseos fueron trasladados a la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) para continuar con las investigaciones y que los trabajos son patrocinados por la misma casa estudiantil y el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt).
En Pampa la Cruz actualmente se levanta el asentamiento humano Las Lomas, en Huanchaco. Sin embargo, la zona arqueológica no ha sido invadida.
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