El reporte es contundente y alarmante según especialistas: solo en febrero se han perdido 158.2 hectáreas de cobertura de bosque en Madre de Dios por minería. Esto según el boletín RAMI de febrero elaborado por Conservación Amazónica (ACCA), en el marco del programa Servir Amazonía. Comparado con los meses anteriores, la cifra es aún más crítica, en enero se registró 8.24 hectáreas perdidas de bosque, mientras que en diciembre 26.5 hectáreas.
El informe, además, destaca que fueron 122.4 hectáreas perdidas dentro del corredor minero y 35.8 fuera. Asimismo, los hallazgos más destacados se encontraron en la comunidad nativa Puerto Luz, comunidad nativa Barranco Chico, sector próximo al río Inambari en el corredor minero, sector La Pampa de la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata y sector Primavera de la misma reserva.
Es decir, al menos dos de las alertas más preocupantes se dieron en zonas donde está completamente prohibida la extracción de oro o cualquier tipo de actividad minera al ser una reserva nacional.
El último mes
Estas alertas sobre deforestación llegan en un contexto crítico, según el Proyecto de Monitoreo de los Andes Amazónicos (MAAP), solo en 2021 y 2022 se estima una deforestación minera de 11.200 hectáreas en el corredor minero que cuenta con un total de 498.296 hectáreas. El mismo informe resalta que “la deforestación dentro de sus límites es importante porque, aunque posiblemente no sea ilegal, sí puede ser considerable por la gran dimensión del área que abarca el Corredor Minero”.
Vale resaltar que la actividad minera dentro de esta zona sí está permitida y es formal, aunque la mayoría de mineros que trabajan ahí lo hacen en la informalidad. “Hay situaciones en la zona permitida donde han aparecido nuevos mineros que no están en proceso de formalización, no tienen reconocimiento en el Registro Integral de Formalización Minero (Reinfo) y vienen operando”, explica César Ipenza, abogado especializado en materia ambiental, entre otros factores que involucran la informalidad.
Agrega que “los informales o mientras dura el proceso de formalización no tienen el Instrumento de Gestión Ambiental Correctivo ni Instrumento de Gestión Ambiental para los mineros en proceso de formalización”.
Sin embargo, de los hallazgos en febrero, uno de los más preocupantes es la deforestación en zonas donde la minería está totalmente prohibida, como la Reserva Nacional de Tambopata. Ahí el trabajo es completamente ilegal.
Sidney Novoa, director de SIG y tecnologías para la conservacion en ACCA, indica: “lo que es crítico es lo que vemos en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional de Tambopata, La Pampa - donde hubo operativos como Mercurio - que está activándose. Esa es la mayor preocupación porque ha sido una zona que ha costado reducir, aunque nunca se llegó a liberar en su totalidad, y está de nuevo ganando espacio”.
El incremento de la actividad minera y los desbloqueos
Hasta hace casi un mes, la ciudad de Puerto Maldonado y otras zonas de Madre de Dios permanecían totalmente bloqueadas por las manifestaciones: no había combustible, no había alimentos y tampoco productos de primera necesidad. Como informó El Comercio en diversas ocasiones, en este tiempo la minería no dejó de funcionar. Sin embargo, igual le generó dificultades.
A mitad de febrero, llegó el desbloqueo de vías y el abastecimiento. Este regreso a la normalidad trajo consigo dos factores fundamentales para la actividad extractiva: combustible y migración de personas.
Karina Garay, ex fiscal de Madre de Dios, explicó sobre esta reactivación agresiva: “se da por el abastecimiento de combustible y la movilidad de personas. Durante enero, Madre de Dios estuvo cerrado, no había combustible para que se realizara la actividad y tampoco migración de personas que se dedican a esta actividad. La mayoría de personas que trabajan en minería son personas de otras provincias como Cusco y Puno”.
Aunque la actividad minera no paró por completo durante los meses de protestas, sí se ve una diferencia. “No operaba tanto como se ha reactivado. Esta huelga ha generado bajas económicas para Madre de Dios, Cusco y Puno, la gente que necesita esa economía ha tenido que regresar a estos puntos, especialmente a La Pampa”, indica.
Otro punto crítico: Palma Real
Fuentes de El Comercio alertaron que otro punto crítico de minería ilegal es el que viene operando desde hace un par de años, ininterrumpidamente, en la quebrada de Palma Real. Esta está ubicada a tan solo dos horas de la frontera con Bolivia y fue un factor fundamental para que los bloqueos no los afecten en lo más mínimo. Durante este tiempo el combustible llegaba de contrabando del país vecino.
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La quebrada recorre parte de la Reserva Nacional Tambopata y llega hasta el Parque Nacional Bahuaja Sonene y, aunque durante el 2021 y 2022 la Fiscalía Ambiental de Madre de Dios ha intervenido unas diez veces esta zona, la extracción de oro con dragas no para; mas bien, aumenta.
Recordemos que cualquier actividad extractiva en un cuerpo de agua es completamente ilícita.
Las fuentes que se comunicaron con este Diario mencionaron una preocupación grande pues ya se ve un cambio en el cauce del río debido a dicha actividad. Dicha fuente de agua es de uso comunitario para la comunidad indígena.