MARÍA ISABEL GONZALES VELA
Enviada especial a Madre de Dios
La carretera a Tambopata, en el sector de Ysuyama, es ahora una laguna. A través de ella, Mónica Villa traslada su canoa llevando a pasajeros hacia la parte seca de la vía: ella optó por sacar algo bueno de la situación, pues no muy lejos de allí está su chacra en la que se han perdido seis hectáreas de arroz y otras tres de maíz por las inundaciones.
Su historia parece repetirse entre los agricultores de todo Madre de Dios. Según explica Salvador Mestanza, dirigente de la Asociación de Productores Acuícolas de la Interoceánica Sur de la región, lo que vendrá en las próximas semanas será la escasez de productos básicos como el plátano, la yuca, el arroz, el maíz y la papaya. Ante esta preocupación, el director regional de agricultura de Madre de Dios, Ángel Martínez, aseguró que han pedido el apoyo del Ministerio de Agricultura (Minag).
“Hoy [ayer viernes] llegarán unos especialistas del Minag para discutir proyectos para atender a los agricultores”, recalca Martínez. Sin embargo, esta ayuda pareciera avanzar lentamente, sobre todo, cuando los hombres y mujeres del campo se han quedado sin su único sustento: la tierra.
LAS DEUDAS
Juan Cáceres, agricultor del sector La Torre, cuenta que cuando empezó a llover pensó que el chaparrón se acabaría pronto y se fue a dormir. Por suerte, se levantó a la 1 a.m. y se percató de que el río estaba por alcanzarlo. Solo le quedó buscar el lugar más alto de su chacra y esperar a que lo rescaten.
“Allá se quedaron cinco hectáreas de maíz y una de arroz”, dice resignado. Para él es necesario que el gobierno regional y el Minag atiendan a quienes han perdido todo en esta campaña agrícola, más aun cuando la mayoría de quienes se dedican al agro hacen préstamos para sacar adelante las cosechas. Solo Juan tiene una deuda de S/.30.000.
PRÓXIMO PASO
Miguel Mamani tenía cultivos de plátano, yuca y maíz en el sector Bajo Madre de Dios. Hace unos días volvió a su terreno y solo pudo constatar que el río se había llevado todo. “Las aguas están contaminadas por la minería y afectan la tierra, por eso no se podrá sembrar inmediatamente”, explica.
El dirigente Salvador Mestanza afirma que la Dirección Regional de Agricultura fijó una reunión con las comunidades para el 16 de febrero y en ella solicitarán préstamos en semillas mejoradas. Espera que se pueda conversar con Agrobanco para tramitar la compra de deuda de quienes tienen letras con otras financieras.
Por ahora, la única esperanza a la que miles de hombres de campo se acogen es que el tiempo se calme.