Asaltos, secuestros y crímenes. Víctimas en la ciudad o en la selva. Pocos se sienten seguros en Madre de Dios. El robo de S/.4 millones de la agencia del Banco de la Nación de Puerto Maldonado –la capital regional– y la impunidad con la que actuó la banda de delincuentes que cometió el atraco hace dos semanas reflejan la situación que se vive en esta zona fronteriza.
Es difícil pensar que el panorama cambiará, aun cuando se trate de la región con menor población del país [aproximadamente 135.000 habitantes, según el INEI].
Y es que los 616 agentes que custodian Madre de Dios no cuentan con suficientes recursos logísticos para patrullar adecuadamente un territorio que supera en más del doble la extensión de Lima.
En el papel, Madre de Dios cumple el estándar establecido por la ONU de un policía por cada 250 habitantes; sin embargo, en la práctica es distinto. Fuentes de la Dirección Territorial Policial (Dirtepol) revelaron que solo 395 policías brindan servicio efectivo de patrullaje, aunque con la aplicación del sistema 24 x 24 [horas de trabajo por horas de descanso], solo se cuenta con menos de 200 agentes en las calles.
De acuerdo con el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público, el año pasado en Madre de Dios la tasa de delitos se incrementó en más de 10% con relación al 2013. La tendencia para este año se encuentra en alza. Esto llevó al gobernador regional Luis Otsuka Salazar a solicitar ayer personalmente al presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, el cambio del jefe de la Dirección Regional Policial de Madre de Dios, general PNP Neyre Fermín Rodríguez Moreno, y de los oficiales a su cargo.
“Le he pedido al presidente una reorganización de la Policía Nacional en Madre de Dios, porque están sucediendo muchos robos”, expresó.
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