:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/DOSBIKRIGNBE3LQJZJESDV6JDU.jpg)
ERNESTO SUÁREZ
El puerto de Ilo va quedando atrás mientras que el colosal BAP Tacna se dirige hacia el horizonte. Son las 8 de la mañana del último lunes y la navegación se torna agradable en este buque de apoyo logístico –el más grande de la Marina de Guerra del Perú–, que fue comprado a los Países Bajos e incorporado a nuestra Armada en diciembre pasado. Su nombre anterior fue Ámsterdam, pero en el Perú se le rebautizó como Tacna, en honor al heroísmo de la ciudad del sur.
El destino es el Callao. A los 130 miembros de la tripulación los acompaña un equipo de El Comercio. No es usual que los civiles viajen en estas naves, pero los tripulantes son amables y valoran nuestra visita.
“Nos da mucho gusto que conozcan un buque que es de todos los peruanos. Esta unidad permite prolongar, mediante el aprovisionamiento de combustible, víveres, medicamentos y repuestos, la permanencia en el mar de las fuerzas de superficie de la naval”, señala el comandante del BAP Tacna, capitán de navío Marco Chacón, quien además señala orgulloso que es el único oficial que habla quechua, idioma que aprendió en Cusco, de donde es oriundo.
El segundo comandante del barco, capitán de fragata José Luis Hernández, nos muestra parte de las instalaciones de la unidad. No es difícil extraviarse en la embarcación, que tiene 10 cubiertas, y en la que, por motivos de seguridad, hay una innumerable cantidad de puertas para pasar de un lugar a otro. Por momentos, la nave parece un gran laberinto.
El buque, que le costó al Estado Peruano 52 millones de euros, puede asistir a poblaciones afectadas por desastres naturales, por lo que cuenta con una sala de operaciones con equipos completos de monitoreo, y sala de reposo posoperatorio. También posee una moderna planta desalinizadora con sistema de ósmosis inversa, con capacidad para potabilizar hasta 80 toneladas de agua por día.
El buque tiene un helipuerto y hangares climatizados con capacidad para tres helicópteros, a los que se les puede dar mantenimiento.
Los viajes del buque son aprovechados para realizar ensayos de emergencias. En nuestra travesía fuimos testigos de un simulacro de ‘hombre al agua’, en el cual varios tripulantes saltaron al mar desde la cubierta del barco en movimiento y fueron rescatados rápidamente por sus compañeros.
Conmemorando el primer aniversario de la sentencia emitida por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que reconoció al Perú más de 50 mil kilómetros cuadrados de mar en la frontera con Chile, el BAP Tacna estuvo hace unos días en el triángulo externo, parte del nuevo dominio marítimo peruano. En esa travesía participó el presidente de la República, Ollanta Humala.
Las luces del puerto del Callao se ven a la distancia. Acabamos de divisar las islas Palomino, donde habitan cientos de lobos marinos y aves guaneras. El viaje ha durado 36 horas. Son las 8 p.m. del martes (ayer) y el BAP Tacna queda anclado junto al buque insignia de nuestra Marina, el BAP Grau, listo para entrar en acción cuando sea necesario.
