La obra de remodelación del centro cívico de Piura resume la gestión municipal de la alcaldesa Ruby Rodríguez de Aguilar: pura improvisación. Debió ser entregada el 18 de julio (150 días después de haber empezado, como lo estipulaba el contrato), pero la contratista acaba de pedir una sexta ampliación de plazo y un adicional del 7,6% el costo total del proyecto.
De acuerdo con el jefe de la División de Estudios y Proyectos del municipio provincial de Piura, Winston Ruiz, la obra presenta un avance del 95%. “Solo faltan los acabados: sellador del piso, pulir, limpiar los pisos, antes de recibirla. Esos trabajos demorarán tres días. Lo preocupante es que se debe aprobar un adicional del 7,6% del valor de la obra y el expediente técnico modificado”, explicó el funcionario.
No obstante, pese a que no ha sido recibida formalmente por la comuna ni terminada, ya ha sido abierta al público. Así lo comprobó este diario luego de realizar un recorrido por la zona. Los transeúntes se desplazan con normalidad, pese a que los pisos no han sido acabados.
Y esa es solo una de las deficiencias que presenta, según la arquitecta Cinthya Cotlear, de la Dirección Regional de Cultura. “Las piletas no funcionan, la piedra pizarra ya se rompió o resquebrajó pues no es de alto tránsito. No se ha fraguado el piso y por allí se mete la humedad. El piso se está levantando”, dijo la funcionaria.
DESCONOCIMIENTO DE LA LEY
El problema se originó porque el expediente técnico estuvo mal diseñado, tal como lo denunció El Comercio Piura en abril de este año. Resulta que la comuna provincial –por desconocimiento– no pidió autorización a la Dirección Regional de Cultura para intervenir dicho espacio monumental, tal como lo exige la ley 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación.
Allí comenzaron los problemas. El 18 de febrero el municipio provincial le entregó la obra al consorcio Arles. El costo de la obra fue de S/.1’219.750 y su plazo de ejecución de 150 días calendario, es decir, hasta el 18 de julio. Sin embargo, en marzo fue paralizada por Cultura debido a que no le habían pedido permiso para hacer modificaciones en la zona monumental.
Cultura pidió el expediente técnico. Este incluía el cambio de pisos con piedra laja, tres piletas de agua, bancas, una pérgola techada, con una cortina de agua y un logo iluminado con la palabra “Piura” de dos metros de largo, y palmeras.
Luego de revisarlo, la entidad cultural concluyó que ni la cortina de agua, ni las palmeras ni el cartel luminoso podían ir, pues contravenían las normas legales de intervenciones en el centro histórico. El problema, no obstante, es que el contrato se hizo con Arles bajo la modalidad de suma alzada: no se permitían cambios ni devoluciones de última hora.
NUEVOS PLAZOS
Debido a que la modalidad del contrato fue a suma alzada, la contratista ha pedido un adicional del 7,6% (S/.92.701) del valor original de la obra. “El adicional debe ser aprobado por el municipio, es un trámite administrativo. Pero para aprobar ese adicional se debe aprobar el expediente técnico modificado que sustente ese incremento del costo”, explicó Ruiz.
El funcionario dijo que todo depende de la voluntad política de Rodríguez de Aguilar para aprobar el dinero adicional, y que la obra sea entregada antes de fin de año. Se conoció, asimismo, que se han notificado a los proyectistas que diseñaron el expediente técnico para que respondan por los daños causados al no haber consultado con el Ministerio de Cultura.