La salud al 2021: una necesaria reforma
La salud al 2021: una necesaria reforma
Fernando Alayo Orbegozo

Médicos que atienden en los pasillos de los hospitales. Consultas programadas meses después de cuando se necesitan. Peruanos que no cuentan con ningún seguro.
El país requiere una verdadera reforma del sistema de salud, cuyo objetivo final sea el acceso universal a la atención médica. En los últimos años, el Ministerio de Salud (Minsa) ha emprendido ciertos cambios y mejoras concretas. 

Muchos peruanos deciden acudir a un hospital para tratar un mal menor, en vez de ir a una posta médica del Minsa. Esto genera una gran saturación en los grandes establecimientos de salud y los pacientes con enfermedades graves, que requieren un tratamiento urgente, no siempre son priorizados.

Por ello, es fundamental que el primer nivel del sistema de salud pública (centros y postas médicas) tenga la capacidad de atender enfermedades frecuentes y pueda derivar los casos más graves a centros especializados.

Como una primera solución, los candidatos Pedro Pablo Kuczynski, Verónika Mendoza y Alan García proponen que se haga un diagnóstico de los servicios médicos disponibles en cada jurisdicción. Luego, que se implemente una red integral entre los centros médicos para que el primer nivel de atención sea capaz de atender las enfermedades más frecuentes –en Latinoamérica, el 70% de las enfermedades se atiende y resuelve en el primer nivel de atención– y derivar correctamente los casos más graves. 

Seguro para todos

El aseguramiento universal se plantea como el reto al 2021. A la fecha, este gobierno ha logrado afiliar a más de 16,7 millones de personas; es decir, tres de cada diez peruanos aún no cuentan con un seguro de salud. 

Esta meta ha sido adoptada por Kuczynski, Mendoza y García, quienes coinciden en extender el Seguro Integral de Salud (SIS) a entre el 95% y 100% de la población.

La iniciativa Diálogos de Política Pública (DPP), que agrupa a ex funcionarios del Estado, consideró que tal ampliación prosperará si se mantiene el presupuesto anual del seguro público (S/1.718 millones) y si se prioriza el aseguramiento de los trabajadores informales, ya que una grave enfermedad puede llevarlos a la pobreza. Sin embargo, no es viable el aseguramiento universal sin la debida formalización. Para esto último, se debe fortalecer el programa SIS Emprendedor, que fomenta la formalización del empleo al requerir un registro ante la Sunat.

Mendoza propone igualar el monto que invierte el Estado en sus afiliados con el de Essalud. Así, al homologar la inversión por cada asegurado, quien tiene el SIS también podrá atenderse en un hospital del Seguro Social, y viceversa; algo que el Minsa calificó de “fundamental” para lograr el aseguramiento universal.

Más y mejores médicos

La reforma salarial de los médicos es un tema sensible: en el 2014, la implementación de incentivos para quienes laboraran en zonas alejadas y de emergencia, además de una mejor remuneración según los méritos profesionales, derivó en una huelga de 150 días. En esa línea, tanto Keiko Fujimori como García proponen una reforma remunerativa basada en la meritocracia, pero no especifican cómo alcanzarla.

Para la iniciativa DPP, es prioritario mejorar la capacitación de los médicos en el sistema público y cerrar así el déficit del personal de la salud, que se estima en 9.500 profesionales. Al respecto, Kuczynski propone fortalecer la formación del 20% de los médicos cada año con un plan de desarrollo profesional; y Mendoza busca generar gestores en salud desde una escuela nacional de salud pública. Ninguno precisa cuánto presupuesto requerirá para concretar sus propuestas. 

Otra controversia se generó cuando el Minsa decidió permitir al sector privado hacerse cargo de la ‘bata gris’ (servicios de mantenimiento, limpieza y alimentación) en algunos hospitales de Lima. El gremio médico se opuso a esta medida porque consideró que se había iniciado la privatización del sector. Sin embargo, el Minsa aclaró que las empresas privadas no tendrían participación en la atención médica (‘bata blanca’). Alfredo Barnechea es el único candidato que menciona las asociaciones público-privadas como mecanismo para construir y equipar hospitales a escala nacional. 

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