Diversos líderes políticos peruanos de izquierda saludaron a través de sus cuentas de Twitter que la justicia brasileña ordenara la libertad inmediata del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva.
El exmandatario brasileño dejó este viernes la cárcel en la que cumplía una condena por corrupción desde hacía 1 año y 7 meses, en la ciudad de Curitiba, tras una decisión de la Corte Suprema adoptada la noche del jueves.
El juez Danilo Pereira Jr, de la 12ª Sala Criminal de Curitiba, decretó poco antes su libertad, con base en una decisión del Supremo Tribunal Federal, que declaró inconstitucional la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos en la justicia, como es el caso de Lula y de otros cerca de 5.000 presos.
Ante ello, el expresidente Ollanta Humala señaló que la libertad de Lula da Silva “cambia sin duda el escenario político en Brasil” y, además, “constituye una llamada de atención a la justicia, que le quitó su libertad y usó recursos ilegales para evitar que postule a la presidencia”.
“Usar la justicia como un arma política es una afrenta a la democracia”, remarcó el líder del Partido Nacionalista Peruano, quien cumplió prisión preventiva desde julio del 2017 hasta abril del 2018 por presuntos aportes recibidos de Odebrecht y Venezuela, y por los que la fiscalía ha solicitado 20 años de prisión en su contra.
Elexgobernador regional de Junín y secretario general de la agrupación Perú Libre, Vladimir Cerrón, consideró que la liberación de Lula da Silva “contribuye al derrumbe del neoliberalismo en América Latina y pone en evidencia utilización de la justicia con fines de persecución política”.
En agosto del 2019, Cerrón fue condenado a 4 años y 8 meses por los delitos de negociación incompatible y aprovechamiento del cargo en el caso de obras de saneamiento en La Oroya, por lo que fue recluido en el penal de Huamancaca (Huancayo). En octubre pasado, el Poder Judicial varió su condena de prisión efectiva a prisión suspendida, y además se redujo su sentencia a 3 años y 9 meses.
De otro lado, el exprimer ministro Yehude Simon indicó que siente alegría por la decisión adoptada en torno al exmandatario brasileño.
“Siempre clamó por su inocencia y además se descubrió que el famoso juez Sergio Moro -hoy ministro de Justicia del impresentable Bolsonaro- coordinó con fiscales Lava Jato para evitar que Lula se presente como candidato a la presidencia”, remarcó el también líder de Juntos por el Perú.
Marco Arana, integrante del Congreso disuelto, señaló que la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva “muestra que, habiendo confiado él en el sistema de justicia de su país, esta medida judicial forma parte de las garantías de un justo proceso”.
“A diferencia de muchos otros políticos de la región que huyeron de la justicia o buscaron entorpecerla, Lula, como la mayoría de los ciudadanos del pueblo brasileño, se ha sometido a la justicia. Es claro que aún no ha sido absuelto y deberá ejercitar su legítima defensa”, consideró.
“Esperamos que, estando en el poder un presidente fascista como Bolsonaro, la autonomía e independencia del poder judicial brasileño se mantenga firme y que el expresidente Lula halle justicia en torno a su inocencia o las responsabilidades que se le imputan”, acotó el líder del Frente Amplio.
Finalmente, Gregorio Santos, exgobernador regional de Cajamarca y excandidato presidencial de Democracia Directa, indicó que la liberación de Lula da Silva “reafirma el respeto a la presunción de inocencia y a la pluralidad de instancias”
“[Además] es un golpe a la tanda de prisiones preventivas que se dan en el Perú para tapar la incompetencia del sistema de Justicia montado por la dictadura neoliberal al amparo de la Constitución de 1993”, cuestionó.
Como se recuerda, Santos cumplió prisión preventiva por 25 meses por los presuntos delitos de asociación ilícita y colusión simple y agravada por once licitaciones adjudicadas por su gestión al empresario Wilson Vallejos.
-Por esclarecer-
Lula da Silva cumplía una pena de 8 años y 10 meses de prisión, ratificada en tres instancias diferentes, por corrupción pasiva y blanqueo de capitales, tras haber sido hallado culpable de recibir un apartamento en el balneario paulista de Guarujá a cambio de favores políticos a la constructora OAS.
Ahora esperará en libertad hasta que agote todos los recursos disponibles en el sistema judicial brasileño, según decidió el Supremo en la víspera en una votación ajustada (6-5).
La máxima corte del país anuló en la víspera su propia jurisprudencia, vigente desde el 2016 y a través de la cual autorizó ejecutar una pena de prisión después de que esta se confirmara en segunda instancia y aún quedan dos apelaciones pendientes en tribunales superiores.
Esta decisión le abrió las puertas de la cárcel al líder del Partido de los Trabajadores (PT), quien afronta un total de nueve procesos abiertos con la Justicia, en dos de los cuales ya fue condenado.
Además de la condena por el conocido como ‘caso triplex’, sobre Lula ya pesa otra pena a otros 12 años y 11 meses de cárcel en un caso muy similar, pero dictada hasta ahora en primera instancia y aún no confirmada en la segunda.